8 pautas para no acabar estresado en fin de año

El estrés de fin de año existe y es más habitual de lo que pensamos. Durante esta época en la que parece que todo es alegría, luces, regalos y amor, también se produce más de una situación que puede afectar a la salud mental y acabar provocando un periodo muy estresante.

Pero ¿qué debemos hacer para evitar el estrés de Navidad? Hemos contactado con Mónica Sagardoy, psicóloga general sanitaria de la unidad de Salud y Bienestar Mental del Hospital Quirónsalud Digital, quien nos ofrece 8 recomendaciones para afrontar el fin de año con buena salud mental. ¿Las conocías todas?

El final del año puede ser muy estresante, ¿por qué?

El estrés puede aparecer o incrementarse en esta época por varios motivos. Entre ellos se encuentran las compras del último momento, así como los contratiempos que pueden surgir durante los desplazamientos navideños y el tiempo que estamos fuera de casa.

Además, es más frecuente quedar con familia, compañeros de trabajo y amistades, y en muchas ocasiones con personas que hace tiempo que no vemos, lo que puede llegar a provocar situaciones de estrés en Navidad. Por otro lado, podemos notar la falta de los seres queridos que ya no están, lo que implica un coste emocional.

A esto hay que añadir que realizar un balance de final del año puede ser muy estresante, y es algo que no podemos evitar hacer en estas fechas y que, a menudo, nos asusta.

¿Estresado en fin de año? 8 claves para evitarlo

Para evitar el estrés navideño podemos seguir las siguientes pautas:

1. Cuidarte mental y físicamente

Es importante dedicar tiempo para el descanso, pero también para los valores. Si bien es cierto que las creencias religiosas pueden dar más o menos sentido a estas festividades, desde el ámbito de la psicología se sugiere el autocuidado, sobre todo de las emociones y la salud mental. En definitiva, hay que tener en cuenta que, para ofrecer valores y amor a las personas que nos rodean, necesitamos estar en calma y mostrarnos con la suficiente confianza.

Por lo tanto, debemos priorizar lo que de verdad importa. Para conseguirlo, podemos optar por estrategias como realizar ejercicio físico o técnicas de relajación o meditación.

2. Regalar tiempo en familia

Todas las navidades intentamos comprar los mejores regalos y que más sorprendan a nuestros familiares. Sin embargo, esto puede hacer que no nos sintamos satisfechos, algo que sucede en bastantes ocasiones a causa del consumismo excesivo. Por todo ello, en lugar de pensar en lo que nos hace falta, es preferible valorar lo que sí tenemos.

Como ejemplos de regalos diferentes para estas navidades podemos encontrar pasar tiempo junto a la familia u organizar planes, por ejemplo, asistir a un espectáculo, visitar un museo o comer en un restaurante que nos apetezca.

Otras propuestas más fáciles pueden ser disfrutar de un juego de mesa, cocinar en familia o visitar un paisaje bonito.

3. Adelantarse a los contratiempos

Es habitual que en navidades surjan algunos inconvenientes que no teníamos previstos durante los desplazamientos o las estancias fuera de casa. Esto suele generar ciertas situaciones a las que deberemos adaptarnos y que también nos descubrirán cuánto toleramos la frustración.

Además, si no somos muy puntuales en las reuniones o eventos, puede hacernos sentir incómodos, y esto es una de las causas más frecuentes de estrés. Para evitarlo, podemos salir de casa un cuarto de hora o media hora antes.

4. Crear un buen ambiente en las celebraciones navideñas

Es recomendable cuidar las relaciones con los demás. En este sentido, las habilidades sociales son muy útiles en Navidad, cuando es habitual encontrarse con suegros, cuñados u otros adultos con los que quizá no hay una relación muy amistosa.

Para favorecer un mejor ambiente en las reuniones, podemos:

• Escuchar activamente
• Realizar algún elogio
• Sonreír
• Hacer alguna sorpresa
• Agradecer
• Perdonar
• Realizar algún detalle
• Mirar con compresión

Todo ello contribuye a romper incluso las barreras más complicadas.

5. Prepararse para la ausencia de un ser querido en Navidad

Las celebraciones navideñas suelen ir acompañadas de recuerdos de familiares que ya no están con nosotros. Es conveniente tener en cuenta esto, sobre todo cuando no ha pasado mucho tiempo desde el fallecimiento, ya que, si visionamos este momento, el coste emocional de la pérdida será menor.

6. Apagar el móvil en vacaciones

Aunque este dispositivo electrónico forma parte de la vida cotidiana, no puede suplir los vínculos personales. De hecho, las relaciones a través del móvil no aportan los mismos beneficios que el contacto cara a cara.

En cualquier caso, tampoco hay que prohibir el uso del móvil en Navidad. Solamente se trata de saber que, cuando lo desactivamos, conseguimos estar más centrados en la persona con la que hemos quedado, que es lo fundamental.

7. Hacer un buen balance del año

Este momento de valorar lo que hemos hecho durante el año suele asustarnos, y, si no hemos cumplido con los retos fijados, nos hace sentir fracasados. Pero eso no nos debe hacer que no nos marquemos unos nuevos porque lo cierto es que, al establecer los propósitos de año nuevo, estamos señalando algo bueno, que queremos mejorar.

Por eso, esta Nochevieja podemos bajar nuestras expectativas para afrontarlas con determinación y que el próximo año podamos congratularnos y tener una mayor sensación de logro.

8. Pedir ayuda profesional en caso necesario

En el caso de que no puedas combatir el estrés al final de año, incluso después de incorporar estas pautas, lo más conveniente es solicitar ayuda a un especialista en Psicología Clínica, quien puede indicar tratamientos como la terapia antiestrés.