El Método Pilates es más que un deporte para ponerse en forma, también ejerce un efecto muy positivo en la espalda, sobre todo en la zona lumbar, que es la parte que más dolores y molestias provoca entre la población.

Para conocer todo sobre el pilates y su uso en los problemas de columna, hemos acudido a la consulta del doctor Alfonso Vidal Marcos, coordinador de Anestesiología y Reanimación y de la Unidad del Dolor del Hospital Quirónsalud SurEste enlace se abrirá en una ventana nueva, quien menciona los 6 principios más importantes de este ejercicio tan popular que podemos aplicar en nuestra rutina.

Dolor lumbar y su frecuencia en la población

Esta patología se sitúa como la primera causa de dolor crónico. Se calcula que al menos un 20% de las personas lo sufren y en la mayoría de los casos está provocado por dolores vertebrales. De hecho, un 80% de la población experimenta este dolor vertebral en algún momento de su vida.

Es frecuente que el dolor lumbar esté causado por la lumbalgia inespecífica, que se relaciona con alteraciones en la estática y desequilibrios en el tono y la fuerza de los músculos de los canales vertebrales, de brazos y piernas, y de la prensa hidro-aérea abdominal. Esto genera una fatiga y rigidez que repercute en el movimiento normal de la columna, lo que acaba provocando un exceso de carga articular y, por último, dolor.

Por qué el pilates es bueno para dolor lumbar

Este deporte se adapta a todas las edades, incluso es apto para adultos de más de 80 años, y es uno de los más populares en los gimnasios para mejorar la forma física.

El pilates es bueno para el dolor de espalda

El Método Pilates también favorece la potencia, la flexibilidad y el control sobre el tono muscular y el cuerpo en movimiento en pocas sesiones. Y, además, resulta eficaz como técnica de rehabilitación y fisioterapia, por lo que es una de las más utilizadas.

Dependiendo de la capacidad de cada persona, es posible adaptar la sesión de pilates, tanto a personas con dificultades de movilidad como a deportistas de élite, cuyo objetivo es mejorar la técnica o prevenir lesiones o molestias.

Por otro lado, se pueden utilizar aparatos o realizar ejercicios en el suelo. Al comienzo es preferible hacerlos con ayuda de equipamiento, puesto que muchas personas presentan dificultad para agacharse y levantarse.

Los 6 principios del tratamiento del dolor lumbar con pilates

Para utilizar el Método Pilates como tratamiento de los problemas lumbares, hay que poner atención en los principios que encontramos en cada ejercicio y que aportan beneficios al aplicarlos en la actividad cotidiana. En concreto, los 6 más destacados son:

  1. Adaptar la respiración al movimiento. En los ejercicios hay que tener en cuenta que, al inspirar, se origina el aumento de la lordosis lumbar, que dibuja una curva en la parte baja de la espalda. Por eso, algunos ejercicios se deben hacer expulsando el aire, en espiración, para prevenir un exceso de curvatura.
  2. Fomentar el alargamiento de la columna. Es importante potenciar la elongación axial de la columna y de los brazos en movimiento, ya que ayuda a prevenir la compresión de las articulaciones cuando nos movemos.
  3. Cuidar el movimiento de las articulaciones. Es recomendable no moverlas en bloque, sino que hay que hacerlo sucesivamente y en armonía.
  4. Mantener el control del abdomen, el diafragma y el suelo pélvico. Esto se conoce como la zona central y desde ahí sale el movimiento para desplazarse hacia fuera. Por eso, es importante mantener el control central.
  5. Adoptar la postura correcta durante los ejercicios. De esta manera, las articulaciones no se verán perjudicadas, y además enseñamos la postura adecuada al cuerpo. En concreto, el sistema propioceptivo se acostumbrará a colocarse en la mejor postura.
  6. Aprender a disociar movimientos. Existe cierta tendencia a utilizar más estructuras anatómicas de las que son necesarias cuando nos movemos, y esto provoca una pérdida de fluidez en los movimientos.

La importancia de la postura en pilates

Es importante facilitar el trabajo a los músculos mientras practicamos pilates, así como proporcionar a la columna vertebral toda su fuerza y estabilidad. Para lograrlo, es importante mantener la pelvis estable cuando realizamos los movimientos, y además, evitar los movimientos de brazos, hombros y cuello en tensión, que pueden causar dolor.

Hay que tener en cuenta que los ejercicios de pilates favorecen el aprendizaje para articular cada segmento de la columna. De esta manera, se proporciona flexibilidad a la columna, evitando que todo el movimiento recaiga sobre unas pocas articulaciones. Igualmente, el trabajo de los músculos en alargamiento ayuda a fortalecer y flexibilizar los músculos.

El pilates es bueno para estos dolores de espalda

Este deporte puede estar indicado en problemas de espalda como:

  • Lumbalgias y dorsalgias. El pilates puede calmar la tensión de los músculos y mejorar el alineamiento de las curvaturas.
  • Hernias de disco y ciatalgias. Este deporte puede descomprimir los nervios y reestructurar la arquitectura de la columna vertebral, lo que ayuda a prevenir recaídas y molestias.
  • Escoliosis. El Método Pilates ayuda a prevenir que siga progresando la enfermedad y, en algunos casos, mejora las curvaturas.
  • Espondilitis anquilopoyética. Los ejercicios de pilates favorecen la movilidad de la columna y del tórax para la respiración.
  • Osteoporosis. Puede disminuir la pérdida ósea e incluso mejorar las curvas de la columna, como cifosis y lordosis lumbares.
  • Después de operarse la espalda. El Método Pilates es una de las técnicas de rehabilitación utilizadas tras operarse de la columna.
  • Dolores por exceso de carga muscular. Estos ejercicios ayudan a fortalecer la musculatura y devuelven la movilidad para las tareas cotidianas.

Eso sí, es fundamental contar un buen diagnóstico del problema para obtener un resultado exitoso. También se debe indicar un tratamiento completo adecuado, y la toma de fármacos si es necesario, y diseñar correctamente los ejercicios de pilates. Por eso, es recomendable elegir un centro con monitores cualificados, médicos y fisioterapeutas que puedan adaptar el Método Pilates a la situación personal.

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