¿Sospechas que tu hijo puede ser celiaco? Lo cierto es que en niños pequeños ya se pueden manifestar los primeros síntomas de esta enfermedad, desde diarrea hasta cambios en la piel. En caso de detectarlos, existen pruebas como la analítica de sangre y la biopsia que permiten confirmar el diagnóstico.

Para hablar de la celiaquía en la infancia, hemos contactado con el doctor Sergio Negre Policarpo, especialista en Pediatría y sus Áreas Específicas del Hospital Quirónsalud ValenciaEste enlace se abrirá en una ventana nueva, quien nos explica cómo saber si nuestro hijo tiene celiaquía.

Qué es la enfermedad de la celiaquía

Este problema digestivo se origina con el consumo de gluten. Se trata de una lesión del intestino delgado, inmunomediada, que está causada por un mal funcionamiento del sistema inmune que se desencadena al ingerir gluten.

Para que se origine la celiaquía, es necesario que exista una respuesta inmune anómala, y que esta se asocie a una permeabilidad intestinal aumentada. Esto hace que, si la genética de la persona lo permite, la gliadina presente en el gluten interactúe con las células del sistema inmune dentro de la pared intestinal.

De forma reciente, se han reconocido los perfiles de microbiota más frecuentes en personas con celiaquía, y esto ha permitido averiguar que ciertos factores ambientales, relacionados con el ecosistema intestinal, pueden influir en el origen de esta enfermedad.

Paralelamente al desarrollo de la celiaquía, aparecen anticuerpos en sangre, sobre todo de clase IgA. Entre los más frecuentes se encuentran los antitransglutaminasa y los antiendomisio.

¿La celiaquía es hereditaria?

Es más habitual en niños con antecedentes en la familia de celiaquía o enfermedades autoinmunes, como la tiroiditis y la diabetes de tipo I, el déficit de IgA y determinados síndromes genéticos, sobre todo Turner y Down.

Síntomas de celiaquía en niños

Se puede manifestar con una variedad de síntomas, que se clasifican en digestivos y extraintestinales.

Entre los problemas digestivos más habituales de la celiaquía están la diarrea crónica, la pérdida de peso, el dolor en la zona del abdomen, los gases, las aftas o úlceras en la boca, o un aumento de transaminasas no muy marcado.

Por otro lado, la celiaquía también puede causar efectos extraintestinales, como anemia, osteoporosis, dermatitis IgA lineal o trastornos de tipo neurológico.

Si nuestro hijo presenta estos efectos de forma continuada, lo más conveniente es acudir a consulta para evaluar su caso.

Cuándo pueden detectarse los primeros indicios de celiaquía

Pueden surgir entre los 9 meses y los 3 años, y suelen manifestarse de forma progresiva, incluso puede haber una ausencia de síntomas durante varios meses desde la introducción del gluten.

En esta franja de edad, se pueden detectar estas señales de celiaquía:

Cómo se detecta la celiaquía en los niños y las primeras señales

  • Crecimiento alterado
  • Deposiciones anormales, que puede manifestarse con heces, blandas y de mal olor, o todo lo contrario, con un estreñimiento
  • Distensión del abdomen
  • Palidez
  • Bajo tono muscular o hipotonía
  • Inapetencia
  • Alteraciones emocionales
  • Vómitos en los lactantes más pequeños

Diagnóstico de la celiaquía en niños

La analítica de sangre es una de las pruebas más importantes para el diagnóstico de celiaquía en la infancia. En ella se busca la presencia de tres anticuerpos posibles, que son:

  1. Antitransglutaminasa IgA. Sirven como despistaje, ya que son muy sensibles y específicos.
  2. Antiendomisio. Después, si es necesario una confirmación, se pueden utilizar estos anticuerpos.
  3. Antigliadina deaminada IgG. Su incorporación es más reciente y resultan muy útiles si existe un déficit de IgA o en lactantes pequeños, ya que es el primero en positivizar.

Cuando la analítica detecta dos de estos anticuerpos posibles en un nivel alto, no es necesario realizar una biopsia para confirmarlo. En caso contrario, sí que es recomendable realizar esta prueba de diagnóstico. En concreto, esta biopsia consiste en localizar alteraciones, como infiltrado inflamatorio, atrofia de vellosidades e hiperplasia de criptas. La enfermedad es más probable cuando hay una lesión más intensa.

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