A menudo hemos oído que la playa no es el mejor destino para las personas con reúma debido a la humedad, y que los dolores se agudizan con el clima, pero, ¿qué hay de cierto en este tipo de afirmaciones? Para aclarar este punto y ampliar información sobre el tema hemos charlado con el doctor José Félix Solano Fernández, reumatólogo del Hospital La LuzEste enlace se abrirá en una ventana nueva, quien nos ha ofrecido toda la información que necesitábamos.

¿Empeora el reúma junto al mar?

Es cierto que muchos pacientes reumáticos vuelven de sus vacaciones marítimas con un empeoramiento de sus síntomas, aquejados de lumbalgias, catalgias, tendinopatías de miembros inferiores, dolores de cadera, de rodillas, de pies… que además no revierten cuando regresan a sus domicilios. Y, si afinamos aún más, yo diría que el empeoramiento postvacacional se da con mayor frecuencia en personas que han estado en el Mediterráneo.

¿Es la humedad la culpable del deterioro percibido?

Esa es la impresión con la que vuelven los pacientes, pero en muchos casos es necesario profundizar en los hábitos seguidos durante esas vacaciones para encontrar al verdadero culpable. Y es que, como podemos ver en todas las orillas de las cosas españolas, los paseos a la orilla del mar son el "deporte" de mayor éxito estival. Pero, analicemos la superficie sobre la que se realizan estos "saludables" paseos, es decir, la zona de arena en la que rompen las olas, que en las playas del Mediterráneo la orilla muestra un desnivel descendente hacia el agua, que nos inclina hacia ella y nos obliga a realizar un esfuerzo compensador en la pisada para mantener el centro de gravedad.

Reúma y playa

¿Por qué el problema es mayor en el mar Mediterráneo?

En el Cantábrico y el océano Atlántico existen una pleamar y bajamar muy pronunciadas, que dejan entre sí una extensa superficie de arena lisa y plana en la que se pueden llevar a cabo todo tipo de prácticas deportivas, y por supuesto se puede pasear sin el problema que hemos comentado. Sin embargo, en el Mediterráneo pleamar y bajamar casi coinciden, y las olas golpean continuamente en una franja pequeña de arena, creando el peralte de inclinación hacia el mar.

Entonces, ¿los paseos por la orilla, no son buenos?

No lo son para estas personas con problemas de reúma, sobre todo porque generalmente este tipo de paseos son realizados un número elevado de veces al día, todos los días, y a veces durante meses, ya que las personas mayores a menudo pueden disfrutar de un mayor periodo de tiempo en la playa. El trabajo que tienen que realizar los pies para mantener el peso del cuerpo equilibrado no hace sino agravar los problemas preexistentes. Además, con frecuencia el pie del enfermo reumático ya no es un pie sano, sino que ha sido desestructurado por la propia enfermedad y necesita la ayuda de plantillas y de un calzado ortopédico protector, auxilios de los que evidentemente carece si camina descalzo por la orilla.

Resumiendo, las personas que padecen algún tipo de reúma y veranean en el mar, es mejor que realicen sus caminatas por el paseo marítimo, con un calzado adecuado, y seguro que así la vuelta de vacaciones no va acompañada de un empeoramiento significativo.

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