Un mal descanso puede pasar factura a la piel, aparte de las conocidas ojeras que pueden reflejar en el rostro que hemos pasado por una noche de insomnio. Y es que el sueño cumple con una labor esencial para la salud cutánea, ya que facilita su regeneración y recuperación tras un largo día expuesta a diferentes factores externos como la radiación solar o la contaminación.

Pero ¿qué pasa con la piel si no dormimos bien? La doctora Irene Rubio Bollinger, responsable de la Unidad del sueño y especialista en Neurofisiología Clínica del Hospital Quirónsalud Sur,Este enlace se abrirá en una ventana nueva nos explica cómo influye el sueño en el aspecto de la piel y destaca los 5 posibles efectos relacionados con un mal descanso.

Dormir bien: clave para una piel sana y brillante

Científicamente está demostrado que existe una relación entre el sueño y la piel saludable. En esta línea, las investigaciones han comprobado que dormir bien ayuda a conseguir una piel sana y luminosa que además tenga una hidratación adecuada.

Hay que tener en cuenta que a lo largo del día exponemos nuestra piel a diferentes factores que pueden dañarla como la radiación solar, el frío, las bacterias y la polución.

Consecuencias en la piel por la falta de sueño

En cambio, por la noche y con el sueño, la piel dispone de tiempo y mecanismos adecuados para llevar a cabo su reparación. En ese momento se produce una regeneración de multitud de células de las capas profundas de la piel, y estas pasan a sustituir a otras más superficiales que se encuentran deterioradas. Además, el organismo puede descansar y recuperarse mientras estamos durmiendo, lo que también favorece la reparación de las células.

Una de las razones por las que esto sucede es que durante el descanso nocturno se incrementa la circulación de la sangre a la piel, lo que le proporciona un mayor aporte de oxígeno y nutrientes. Este aumento de oxígeno a su vez contribuye a la limpieza de toxinas, e incluso ayuda a regular la secreción de grasa.

Lo cierto es que múltiples tejidos se pueden regenerar y reparar con ayuda del sueño.

5 consecuencias en la piel por dormir mal

Si descansar bien por la noche es la base para lucir una piel sana y bonita, la falta de sueño puede provocar los siguientes problemas cutáneos:

  1. Acné. El sueño ayuda a regular la producción de grasa en la piel. En esta línea, se ha observado que dormir mal incrementa la probabilidad de sufrir acné. No obstante, también puede ocurrir el efecto contrario, que se produzca menos grasa, lo que daría lugar a sequedad en la piel y un aspecto apagado.
  2. Envejecimiento precoz. Con un buen descanso se puede aliviar el estrés, que es uno de los causantes de problemas en la piel, como acné, inflamación y envejecimiento temprano.
  3. Ojeras. Estas marcas en el rostro reflejan cansancio y hacen que el aspecto del rostro no luzca como siempre. Esto se debe a que la falta de sueño provoca la dilatación de los vasos de los párpados superior e inferior, y esto causa la coloración oscura alrededor de los ojos.
  4. Descenso del colágeno en la piel. Dormir poco influye en la producción de colágeno, lo que da lugar a deshidratación y pérdida de luminosidad en la piel. Esto también sucede a causa del envejecimiento, originando la aparición de líneas de expresión en el rostro. Otro dato a tener en cuenta es que, si no se duerme lo suficiente, puede aumentar el nivel de cortisol u hormona del estrés, que también repercute en la producción de colágeno. Así que, para evitar la aparición de arrugas antes de tiempo, es importante tener un buen descanso.
  5. Sequedad e irritación de la piel. Dormir poco puede trastocar la producción de ciertas hormonas. Por ejemplo, puede disminuir la progesterona, lo que hace que la piel se irrite y se muestre más seca. Otras hormonas relevantes son la melatonina, que permite mantener la piel sana, y la del crecimiento, que favorece la reparación de las células cutáneas.

En resumen, para lucir una piel bonita y saludable es fundamental tener una adecuada higiene del sueño, cuidando tanto el tiempo del descanso como la calidad.

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