Entre tanta variedad de anticonceptivos, la elección del más adecuado puede resultar muy complicado. De hecho, saber cuál es el mejor anticonceptivo se ha convertido en una de las dudas más frecuentes de las consultas de Ginecología y Obstetricia.

Sin embargo, para contestar a esa cuestión es necesario conocer las particularidades de cada caso y asegurarse de que se entienden las características de todos los anticonceptivos disponibles. A ello nos ayuda la doctora Solanye Navas Domínguez, especialista en Ginecología y Obstetricia del Hospital Quirónsalud MurciaEste enlace se abrirá en una ventana nueva, quien nos ofrece la lista de los métodos anticonceptivos más frecuentes.

Anticonceptivos: para qué sirven

Están ideados para evitar los embarazos no deseados en las relaciones sexuales, ayudando al control de la natalidad y permitiendo que la maternidad se produzca en el momento deseado. Además, en el caso de los preservativos, también protegen contra las infecciones de transmisión sexual o ITS.

Cada método anticonceptivo tiene diferentes indicaciones que es necesario valorar, junto a los aspectos personales de cada caso, para así elegir el más adecuado a la salud sexual de cada individuo o a cada pareja.

Antes de elegir un método anticonceptivo

Hay que tener en cuenta que no existe uno mejor que otro, y tampoco hay uno que sea 100% seguro. Por eso, lo más importante es consultarlo con los especialistas, quienes ayudan a buscar el que mejor se ajusta al caso personal.

Anticonceptivos más populares y su uso correcto

Entre los aspectos que valoramos para elegir un anticonceptivo están:

  1. El estado de salud
  2. Cada cuánto se mantienen relaciones sexuales
  3. Número de parejas sexuales
  4. ¿Existe el deseo de tener hijos? Para incluir o no los métodos no reversibles
  5. Eficacia para prevenir el embarazo
  6. Efectos adversos
  7. ¿Es fácil y cómodo de usar?

Clasificación de los métodos anticonceptivos

En la actualidad distinguimos dos tipos, que son:

  • Anticonceptivos hormonales: Permiten controlar la fertilidad, y, en ocasiones, también se prescriben para mejorar las menstruaciones abundantes, la endometriosis y los efectos más graves de la premenstruación. Eso sí, es vital tener en cuenta que este tipo de anticonceptivos no previenen el contagio de las infecciones de transmisión sexual o ITS. Dentro de este grupo se incluyen la píldora, la minipíldora de progestágeno, los parches, el anticonceptivo inyectable y los implantes.
  • Anticonceptivos no hormonales: Existe una gran variedad según el precio, la efectividad y la duración. Los más conocidos son los preservativos, masculinos y femeninos, que además son los únicos anticonceptivos que ayudan a prevenir la transmisión de las ITS al mismo tiempo que evitan el embarazo no deseado. También encontramos los espermicidas y las esponjas vaginales.

Imágenes de anticonceptivos
Imágenes de anticonceptivos

Lista de 10 métodos anticonceptivos muy populares

1. La píldora

Es un tipo de anticonceptivo hormonal que, en general, consiste en tomar cada día una pastilla durante 21 días; y, antes de comenzar el nuevo ciclo, se realiza un descanso de una semana. Al finalizar la tableta, se produce la pérdida de sangre, denominada sangrado de retiro.

Si olvidamos alguna pastilla podría suponer un riesgo de embarazo, ya que la píldora anticonceptiva combinada está diseñada para tomarla cada día. Por eso, lo mejor es que nos consulten antes de optar por este método anticonceptivo.

2. Minipíldora de progestágeno

Al igual que la píldora, pertenece al grupo de los anticonceptivos hormonales, pero con la diferencia de que, en su caso, la pastilla se debe tomar diariamente sin descanso.

Hay que tener especial precaución con la toma de este anticonceptivo, porque requiere hacerlo siempre a la misma hora, y de no ser así es posible que pierda su efecto unas horas después de no haber tomado el comprimido, o 12 horas en el tratamiento de Cerazette. Cuando esto sucede, si la mujer se da cuenta unas horas después, debe utilizar otro método anticonceptivo no hormonal durante un par de días para prevenir el embarazo, como, por ejemplo, preservativos, diafragma o espermicida.

3. Parche hormonal o adhesivo anticonceptivo

Se trata de anticonceptivos hormonales en forma de parches o adhesivos que se adhieren a la piel de la mujer cada 7 días durante 3 semanas, y después se deja una semana de descanso sin parche.

La principal precaución es que deben permanecer en el lugar adherido, aunque nos vayamos a duchar, nadar o practicar cualquier otro ejercicio.

No obstante, si se desprende el parche, la protección se puede mantener si se reemplaza antes de las 48 horas; en cambio, si se excede este tiempo, sería preciso utilizar otro método anticonceptivo durante la semana siguiente.

4. Anillo vaginal

Es otro de los anticonceptivos hormonales disponibles en la actualidad. Se trata de un anillo flexible que se introduce fácilmente en el interior de la vagina, utilizando para ello los dedos de las manos.

El anillo vaginal permanece allí tres semanas para que haga su efecto, después se retira ayudándose de nuevo por los dedos, y se descansa una semana. Tras ese tiempo, se coloca otro anillo vaginal.

5. Anticonceptivo inyectable

Son inyecciones anticonceptivas hormonales que se administran en la nalga o en el brazo, que son músculos grandes. Su eficacia es muy alta, ya que evitan la ovulación de la mujer, por lo que el embarazo no se puede producir. Su administración es cada 2 o 3 meses y su efecto casi inmediato, dependiendo de en qué momento del ciclo menstrual se comience con el tratamiento.

6. Implante anticonceptivo

Es el anticonceptivo hormonal de larga duración, ya que puede permanecer en el interior hasta 3 años. En concreto, los implantes de progestágeno son varillas flexibles estrechas que se introducen bajo la piel del brazo. Para evitar cualquier molestia, se utiliza anestesia local.

7. Preservativo masculino

Se encuentra entre los anticonceptivos no hormonales más comunes. El preservativo masculino se coloca en el genital del hombre para impedir que los espermatozoides accedan al aparato reproductor de la mujer.

La ventaja añadida del preservativo es que ayuda a evitar la transmisión de microorganismos durante las relaciones, previniendo así el contagio de infecciones de transmisión sexual, como el VIH.

Otro aspecto a tener en cuenta es que el condón no conlleva efectos negativos, a excepción de las personas con alergia al látex. No obstante, esto ya se puede resolver utilizando preservativos confeccionados con otros materiales como el vinilo.

8. Preservativo femenino

Funciona igual que el condón masculino, impidiendo la entrada de los espermatozoides en el aparato reproductor de la mujer, e, igualmente, sirve para prevenir las ITS.

La principal diferencia respecto al preservativo masculino es el modo de colocación, el condón femenino se debe introducir en la vagina antes del coito, en lugar de cubrir el pene. El aspecto también es diferente, ya que el preservativo femenino es un recubrimiento fino de plástico poliuretano con un aro de poliuretano en cada uno de los 2 extremos.

9. Espermicidas

Es un anticonceptivo no hormonal que se aplica cerca del cuello de útero, es decir, dentro de la vagina, antes de mantener relaciones sexuales. El espermicida actúa eliminando o ralentizando los espermatozoides, y se puede encontrar en forma de gel, espuma, supositorio, lámina o crema, aunque este último solo se recomienda utilizar en diafragmas.

Es importante saber que el espermicida se debe utilizar junto a otro método de anticoncepción, por ejemplo, los preservativos.

10. Esponja vaginal

Como su nombre indica, se trata de una esponja suave, con forma de disco, que se introduce en la vagina para impedir el acceso de los espermatozoides al útero. Además, está diseñada con espuma de poliuretano y, como contiene espermicida, puede bloquear o eliminar los espermatozoides.

En cuanto a su colocación, se debe introducir al fondo de la vagina, haciendo que cubra el cuello del útero, antes de las relaciones sexuales. Los músculos de la vagina consiguen mantener la esponja en esa posición hasta que se procede a retirar con ayuda de una cinta localizada en el lateral de la misma.

Por último, cabe tener en cuenta que la esponja anticonceptiva, aunque sí previene el embarazo, no evita las infecciones de transmisión sexual.

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