Consecuencias del sol en la piel
Cómo prevenir la aparición de arrugas, manchas y otros efectos de la radiación solar en la piel
Cada verano se repite la dañina moda de broncear la piel lo máximo posible. Sin embargo, este tono tan deseado es en realidad una reacción de la propia piel ante la exposición solar prolongada, y esta no es la única consecuencia de tumbarse al sol, ya que también favorece la aparición de arrugas, manchas y otros signos de la edad. ¿Lo sabías?
Cómo afecta la radiación solar a la piel
Los rayos solares pueden causar efectos negativos en la piel. La doctora Ángela Estenaga Pérez de Albéniz, especialista en Dermatología Médico-Quirúrgica y Venereología de Policlínica Gipuzkoa, nos señala que los riesgos son variados, desde el fotoenvejecimiento y la aparición de manchas solares hasta el desarrollo de arrugas e incluso el cáncer de piel.
Además, si nos exponemos al sol mucho rato y sin la protección adecuada, lo más probable es que acabemos sufriendo quemaduras solares. En este punto, la doctora añade que "el moreno es una reacción de la piel para protegerse de la agresión solar, no es saludable ni deseable".
Hay que tener en cuenta que existen pieles más sensibles a los rayos solares que no pueden broncearse sin sufrir daños. En concreto, la doctora puntualiza que "las personas con fototipos 1 y 2 experimentarán quemaduras solares antes de obtener un bronceado". En cambio, los fototipos 3 y 4, que se caracterizan por tener ojos y cabello oscuros, pueden broncearse sin estos riesgos.
En resumen, para prevenir todos estos efectos perjudiciales del sol en la piel, es importante aplicar el fotoprotector durante todo el año, no solo en verano. De esta manera estaremos cuidando y protegiendo la salud de nuestra piel.
Claves para evitar el daño solar en la piel
La doctora hace hincapié en que "la mejor forma para proteger la piel sería utilizar dispositivos físicos de protección, como camisetas, sombreros, gafas de sol, y, además, usar crema solar; sería ideal".
En cualquier caso, es importante elegir fotoprotectores que incluyan el símbolo de UVA en un círculo, y aplicarlos tanto en el cuerpo como en la cara. La doctora añade que "en el cuerpo se debe optar por un factor de protección solar o FPS de al menos 30 o superior, mientras que en el rostro se recomienda de 50 o más".
En cuanto a los formatos, en el caso de tener la piel grasa, se puede optar por un producto con una textura más ligera. Y, para personas mayores o con calvicie, es preferible utilizar fotoprotectores con inhibidores de la fotoliasa, que, además de proteger de la radiación solar, permiten reparar el daño que ya se ha originado. Por otro lado, si en la familia hay niños de entre los 6 meses y los 3 años, se recomienda utilizar filtros minerales.
Igualmente, los protectores orales en pastilla pueden tomarse como complemento, pero debemos seguir aplicando la crema solar. "Lo que hacen las pastillas es intentar que nuestras células puedan reparar el daño solar. Luchan contra los radicales libres porque contienen complejos antioxidantes", aclara la experta.
Cabe recordar que existen fármacos y cosméticos que es mejor evitar con el sol, o al menos consultarlo con los especialistas, ya que aumentan el riesgo de quemarnos la piel. Sobre esto, la dermatóloga nos indica que "si tenemos que tomar alguno de estos medicamentos, nuestro médico debería avisarnos para que tengamos más cuidado con el sol".
Crema solar en forma de bruma o espray, ¿es eficaz?
Este formato es el favorito de los hombres debido a lo fácil y cómodo que es de aplicar. Sin embargo, la doctora nos advierte que "las brumas y los espráis no protegen lo mismo, porque la cantidad que estamos aplicando es menor, y por tanto la cobertura también".
En la actualidad también podemos encontrar fotoprotectores en forma de gel, emulsión o en barra o stick, lo que permite elegir el más adecuado para cada situación y persona.
Hay que tener en cuenta que antes de vender las cremas solares en el supermercado o la farmacia deben pasar controles específicos. Por esta razón, la doctora nos avisa de que "siempre que se cumpla con el etiquetado de la Unión Europea, se estará frente a cremas que ofrecen una protección adecuada".
Puedes usar la crema solar del año pasado, ¿sí o no?
¡Cuidado con recuperar los botes medio vacíos del verano anterior! Es posible que estén caducados y que no te protejan como deberían. La dermatóloga nos aconseja respetar las fechas de caducidad y tirar las cremas solares vencidas para asegurar una buena protección para la piel: "Si tienes productos sobrantes del año anterior, lo más prudente sería adquirir uno nuevo, o asegurarte mirando en el envase el icono que suele aparecer de un tarro con la tapa abierta y el texto 6M o 12M, que significa el tiempo que la crema solar nos protege una vez abierta. Pasado ese tiempo, no podemos fiarnos, y es mejor desecharlo".
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