Infecciones de transmisión sexual y su difícil diagnóstico
Te explicamos por qué la mayoría de las ITS pueden pasar desapercibidas y cuáles son las más habituales entre las mujeres
Las infecciones de transmisión sexual, también conocidas por sus siglas ITS, no siempre causan síntomas de alerta, y, cuando lo hacen, pueden confundirse con otras enfermedades. Por este motivo, a menudo, se desarrollan sin que la persona sea consciente de ello, lo que supone un mayor riesgo de contagiar a otras parejas con las que mantenga relaciones sexuales.
En este artículo te hablamos de la detección y el diagnóstico de las infecciones de transmisión sexual.
La dificultad de detectar las infecciones de transmisión sexual
Cada día más de un millón de personas se contagian de alguna infección de transmisión sexual, según la Organización Mundial de la Salud. Sin embargo, su detección precoz puede resultar difícil debido a que no suelen causar señales de alerta.
En concreto, el doctor Manuel Albi González, jefe de equipo de Obstetricia y Ginecología del Hospital Universitario La Luz, nos advierte que "la mayoría de las infecciones de transmisión sexual son asintomáticas o se acompañan de síntomas leves que no siempre permiten diagnosticar la enfermedad; pero, a pesar de esto, pueden causar complicaciones clínicas que deriven en secuelas importantes, con repercusiones potencialmente graves en la salud sexual y reproductiva".
A esto hay que añadir que las ITS y las infecciones del tracto genital pueden manifestarse con síntomas parecidos, como leucorrea o exceso de flujo vaginal, secreción uretral, úlcera o prurito, por lo que su detección puede complicarse aún más.
Por todo ello, es importante conocer la historia clínica de la persona, así como realizar una exploración minuciosa para conseguir lo que se denomina diagnóstico de presunción. Posteriormente, se pueden recomendar otras pruebas adicionales para confirmar la causa de la enfermedad, lo que sería el diagnóstico etiológico.
Una vez obtenida la información, se puede valorar la forma más adecuada de tratar la infección, tal como detalla el doctor: "La administración de pautas monodosis, tras la presunción diagnóstica, facilita el control de las ITS, favorece el cumplimiento terapéutico y evita demoras de tratamiento y secuelas posteriores, especialmente en aquellos casos en los que los síntomas se resuelven espontáneamente. Las pacientes afectadas pueden ser poco cumplidoras o hay escaso conocimiento sobre las enfermedades y sus repercusiones. Hay que recordar que la infección simultánea de varias ITS acontece con relativa frecuencia".
ITS muy presentes en las mujeres
Te contamos los síntomas de las infecciones más destacadas entre la población femenina y qué debes tener en cuenta.
Qué es la cándida
Este hongo es uno de los responsables más frecuentes de las infecciones vulvovaginales. De hecho, es la segunda causa de vulvovaginitis, una infección que afecta a la parte externa de los genitales femeninos. "Entre un 10 y un 50% de las mujeres en edad reproductiva son portadoras de cándida", apunta el doctor.
Para reconocer la cándida, el especialista nos indica que "la infección cursa con prurito intenso y secreción blanquecina grumosa, aunque puede ser muy variable de una paciente a otra". Afortunadamente, se puede tratar mediante un tratamiento oral o local.
Vaginosis bacteriana y su verdadero riesgo
Esta infección vaginal es muy habitual entre mujeres en edad reproductiva de países desarrollados, y su principal síntoma es el aumento del flujo vaginal con mal olor.
Hay que tener en cuenta que la vaginosis bacteriana se asocia con riesgos durante la gestación, como la prematuridad, y también de infección pélvica. Igualmente, se ha observado que ayuda a la adquisición de infecciones urinarias y de la infección por VIH.
Otro dato es que no se considera una enfermedad de transmisión sexual, aunque es común entre parejas de mujeres.
Clamidias, las más difíciles de identificar
Estas infecciones urogenitales bacterianas son muy frecuentes, sobre todo en jóvenes que mantienen relaciones sexuales no seguras. El doctor nos avisa de que "son a menudo asintomáticas y no siempre desencadenan una respuesta inmune efectiva, lo que puede derivar en infecciones de larga evolución y complicaciones crónicas, especialmente graves por sus implicaciones reproductivas". Existe una terapia específica muy eficaz para la clamidia.
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