Personas con más riesgo ante el calor y cómo protegerlas
Hablamos de los efectos de las altas temperaturas en los niños, las embarazadas, los ancianos y las personas con enfermedades crónicas
Las altas temperaturas pueden resultar muy perjudiciales para determinados grupos de la población, entre los que destacan los menores, los ancianos, las embarazadas y las personas con enfermedades crónicas o respiratorias. Para todos ellos es vital extremar las precauciones.
En este artículo te ayudamos a cuidar de los más vulnerables durante los meses más calurosos y que disfruten del verano de forma saludable.
Niños y el riesgo del golpe de calor
Es importante cuidar la salud de los más pequeños en verano, no solo por todos los riesgos que pueden conllevar las vacaciones, sino también porque pertenecen a la población vulnerable al calor. Al respecto, la doctora María José Lirola Cruz, jefa del servicio de Urgencias Pediátricas del Hospital Materno-Infantil Quirónsalud Sevilla, nos indica que los "niños pueden ser más susceptibles ante las complicaciones que pueden aparecer ante la exposición a altas temperaturas, fundamentalmente el golpe de calor, ya que tienen menos reserva de agua y menos capacidad de transpiración y sudoración".
Por lo tanto, es vital asegurarnos de que mantienen una correcta hidratación. La doctora aconseja ofrecerles agua, aunque no la pidan. Si es un bebé lactante, la mejor forma de hidratarlo es darle el pecho con más frecuencia.
Otros cuidados para la población infantil son utilizar ropa apropiada para el verano, evitar la actividad física durante las horas más calurosas del día y permanecer en lugares con la temperatura adecuada. Sobre esto último, la doctora avisa de que "en ningún caso dejar a los niños en sitios cerrados, como el coche, porque se puede producir esta complicación que llamamos golpe de calor".
Embarazadas en verano
Si estás pasando tu embarazo durante la época estival, es fundamental que incorpores una serie de precauciones. Al respecto, el doctor Adolfo López Gómez, jefe de servicio de Obstetricia y Ginecología del Hospital Materno-Infantil Quirónsalud Sevilla, nos ofrece las medidas más importantes: "Evitar la exposición a temperaturas extremas (tampoco se recomienda asistencia a saunas), ingerir abundantes líquidos y, ante el calor, no permanecer de pie sin movilizarse durante largos periodos".
Mayores de 65 o ancianos
La edad puede volvernos más propensos a los efectos del calor. Por esta razón, es fundamental mantenernos hidratados, protegernos de la radiación solar y no salir durante las horas más calurosas.
El doctor Christian Leyva Prado, jefe de servicio de Medicina Interna del Hospital Quirónsalud Huelva, nos explica que "con los mayores se debe tener especial cuidado y atención ante las altas temperaturas, ya que suelen presentar disminución del estado de alerta en la etapa inicial pudiendo derivar en somnolencia; signo que nos indicaría que requiere atención urgente con el objetivo de evitar un estado convulsivo secundario a la hipertermia maligna".
Enfermedades respiratorias
El calor puede empeorar la EPOC y el asma, entre otras enfermedades respiratorias. Por eso, el doctor Luis Manuel Entrenas Costa, jefe del servicio de Neumología del Hospital Quirónsalud Córdoba, hace hincapié en que "los enfermos respiratorios deben estar vigilantes y seguir exhaustivamente las recomendaciones en estos días de temperaturas extremas", entre las que destacan:
- Mantenerse hidratado, especialmente durante las olas de calor. Cabe añadir que la sensación de sed va disminuyendo con la edad, lo que nos hace más propensos a sufrir una deshidratación.
- Evitar salir durante las horas centrales, cuando el calor es más intenso, y, si aun así necesitamos salir de casa, debemos intentar permanecer en la sombra, andar despacio, protegernos la cabeza y llevar agua para hidratarnos.
- No realizar ejercicio físico en el exterior. En lugar de ello, el doctor matiza que "en pacientes respiratorios pueden cambiarlo por caminar a diario a primera hora de la mañana o al atardecer".
- Evitar mantener el aire acondicionado a una temperatura demasiado baja, ya que favorece la sequedad en el ambiente. Además, el doctor Entrenas añade que "el aire muy frío es un irritante de los bronquios que provoca hiperreactividad bronquial".
Pacientes con cáncer
El calor también entraña un mayor riesgo a las personas con esta enfermedad. El doctor Jorge Contreras, jefe de servicio de Oncología de los hospitales Quirónsalud Campo de Gibraltar, Marbella y Málaga, recomienda a estos pacientes "la abundante ingesta de líquidos, así como evitar exponerse al sol, sobre todo los que están recibiendo tratamiento oncológico activo, ya sea quimioterapia o radioterapia".
Asimismo, si nos surge cualquier consulta en verano, lo más adecuado es acudir a los especialistas para resolverla.
Qué beber los días más calurosos
La hidratación es el cuidado más importante para la población en general en verano. Acerca de ello, la doctora Ainhoa Romero Piedra, especialista en Endocrinología y Nutrición del Hospital Quirónsalud Sagrado Corazón, afirma que estar bien hidratados es vital para combatir las olas de calor: "Debemos beber como mínimo 2 litros de agua repartidos a lo largo del día, ya que con las altas temperaturas perdemos una mayor cantidad de líquidos por sudoración, evitando refrescos azucarados y el alcohol, ya que nos deshidratan".
Otras formas de hidratarnos consisten en preparar limonada, zumo de zanahoria, sopas y cremas frías como gazpacho o ajoblanco, infusiones frías o helados caseros con frutas de temporada. Estas últimas son muy hidratantes por su alto contenido en agua, por lo que son ideales para sobrellevar el calor. Por otro lado, la nutricionista recuerda "la importancia de reponer líquidos y electrolitos antes, durante y después de practicar una actividad física al aire libre".
Cabe añadir que la hidratación con agua y bebidas saludables, así como la alimentación en verano contribuyen al cuidado de nuestra piel. Sobre esto, el doctor Tomás Toledo Pastrana, dermatólogo y cirujano de Mohs de los hospitales Quirónsalud Infanta Luisa y Sagrado Corazón, agrega que "es importante también consumir verduras y frutas con alto contenido en antioxidantes, ya que actúan como protectores solares orales". Estos alimentos que contienen antioxidantes, además, pueden ayudar a revertir el daño provocado por la radiación solar, ya que, como puntualiza el doctor, "actúan como mecanismo de defensa contra el estrés oxidativo inducido por la ola de calor".
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