7 recomendaciones para un día de playa muy saludable

Haz de la playa un espacio saludable con nuestras recomendaciones. Revisa qué necesitas antes de salir de casa; y, una vez allí, sigue las pautas para protegerte del sol y para prevenir infecciones y picaduras. Además, si nunca sabes qué hacer en la arena, te proponemos actividades para mantenerte en forma en verano.

Anota los 7 consejos para un día de playa muy sano y divertido.

1. Prepararse antes de ir a la playa

Los imprescindibles para la playa son las gafas de sol, un gorro de ala ancha, una botella de agua para mantenerse hidratado y crema solar con FPS de 30 o 50. De hecho, esta última debe aplicarse media hora antes de salir y repetirla cada dos horas o después de bañarse, incluso en días nublados.

Además, si vas a pasar el día en la playa, se debe evitar el uso de ciertos cosméticos o perfumes que pueden reaccionar con el sol. El doctor Silvestre Martínez García, jefe de servicio de Dermatología y Venereología del Hospital Quirónsalud Málaga, nos lo explica así: "Muchos de los productos que usamos cada día, como el gel hidroalcohólico, los antiinflamatorios o algunos perfumes, contienen elementos fotosensibilizantes que pueden provocar manchas, irritaciones o quemaduras".

Las lentillas tampoco deberías llevarlas a la playa porque su uso tanto dentro como fuera del agua puede resultar dañino para los ojos. Tampoco es recomendable llevar productos para las lentes de contacto en la mochila que pueden estropearse con el calor.

Por último, es importante llevar ropa adecuada para la playa que sea holgada y transpirable. En algunos casos puede ser un aliado para protegernos del sol.

¡Y ya estamos listos para disfrutar de la playa!

2. Protegerse del sol y del calor

La radiación solar provoca quemaduras en la piel, así como otras consecuencias en el cabello y los ojos, si no se toman las precauciones necesarias. A esto se añade el efecto de las altas temperaturas, que, en casos graves, origina golpes de calor. Por todo eso, es fundamental protegerse del sol y del calor mientras estamos en la playa.

Una de las principales medidas es evitar la exposición solar en horas centrales, de 12 a 17 horas. En esa franja horaria, el doctor Manuel Ramón Baca Cots, jefe de Pediatría del Hospital Quirónsalud Málaga, nos aconseja evitar los baños, juegos y deportes.

Otra medida fundamental es mantenerse hidratado, bebiendo abundante agua mientras estamos en la playa, especialmente en el caso de niños y adultos mayores. También es importante utilizar gafas de sol homologadas y gorros de ala ancha para proteger la cabeza del sol, y rociar el cuerpo con agua fría para disminuir la temperatura corporal.

Por último, no conviene olvidar repetir la aplicación de crema solar cada dos horas o después de los baños.

3. Evitar sustos en la playa con bebés y niños

Un día en la playa puede ser apasionante para los más pequeños si tenemos en cuenta una serie de medidas de seguridad, y, al igual que en los adultos, les protegemos del sol y del calor.

7 recomendaciones para un día de playa muy saludable

Desde la Unidad de Pediatría del Centro Médico Teknon nos recomiendan acudir a las primeras horas de la mañana o a partir de media tarde, evitando las horas centrales. En el caso de los bebés de corta edad es preferible no llevarlos a la playa, ya que el calor ambiental puede afectarles, aunque no estén expuestos al sol.

Antes de salir de casa, es fundamental aplicarles crema solar pediátrica, utilizar ropa fresca y ligera, de algodón o fibras naturales, y también llevar calzado para proteger sus pies fuera de la arena. Además, los pediatras añaden otras cosas imprescindibles disfrutar de la playa con niños: la sombrilla, las gafas de sol homologadas y un gorro.

Una vez en la playa, es conveniente aplicar el fotoprotector cada dos horas o tras un baño, incluso en días nublados. Asimismo, para evitar el exceso de calor podemos humedecerles la cabeza con frecuencia y, si son niños de corta edad, también deben permanecer habitualmente en la sombra.

4. Prevenir infecciones relacionadas con los baños en la playa

La otitis, la conjuntivitis, la cistitis y el pie de atleta son infecciones muy comunes en verano, y todas ellas pueden originarse en la playa, la piscina u otras zonas de baño. El doctor Daniel Ruiz Díaz, pediatra del Hospital Quirónsalud Córdoba, nos indica cómo prevenirlas tanto en niños como en adultos:

• Secar los oídos. Así evitamos el exceso de humedad en el conducto auditivo, que puede originar la otitis externa, una infección en el oído. El pediatra también nos recomienda usar tapones mientras nos bañamos en el mar, entre otras medidas para evitar riesgos.
• Cambiar el bañador con frecuencia. Esto evita la humedad en la zona íntima, lo que podría causar infecciones urinarias, como la cistitis, sobre todo en mujeres y niñas. Otro consejo del doctor Ruiz es utilizar ropa interior de algodón, que evita el exceso de sudor, así como orinar cada dos o tres horas.
• Usar gafas de buceo y ducharse después del baño. Estas medidas ayudan a prevenir conjuntivitis y otros problemas en los ojos. Dentro del agua, no se recomienda abrir los ojos y tampoco se aconseja llevar lentillas.
• Secar los pies después del baño. Para evitar la aparición de hongos en los pies, es importante, además de secarlos muy bien, no caminar descalzos en zonas comunes como las duchas. Es mejor ir con chanclas que nos protejan.

5. Bañarse en el mar sin riesgos

Antes de entrar en el agua, se debe prestar atención a las banderas, que avisan de la presencia de mareas, bancos de medusas u otra información. Sin embargo, en ocasiones, las medusas pueden pasar desapercibidas, por lo que es necesario saber cómo actuar en caso de cruzarnos con una, evitando nadar de forma muy enérgica o tocarla.

Otro animal marino muy frecuente es el erizo de mar, que suele estar sobre las rocas o los fondos. Sus púas pueden quedarse clavadas en los pies u otras zonas del cuerpo, generando mucho dolor.

Otra medida de seguridad en el mar es evitar tirarse de cabeza sin saber la profundidad de la zona, así como vigilar a nuestros hijos en todo momento porque se pueden desorientar o sufrir otros accidentes en el agua.

6. Practicar ejercicio en la playa

¿Buscas actividades para no aburrirte en la playa? Hay deportes veraniegos que pueden practicarse tanto dentro como fuera del agua, lo que es una manera estupenda de mantenerse en forma y, al mismo tiempo, divertirse. Dentro del agua, podemos nadar, practicar una rutina acuática o jugar al vóley o la raqueta cerca de la orilla. En la arena, podemos optar por el yoga, para lo que solo necesitamos una esterilla, siempre a la sombra, o jugar al fútbol o cualquier otra actividad física en equipo.

En cambio, para los aficionados al running, no es recomendable practicarlo en la playa porque los desniveles de la arena pueden causar lesiones. A esto se añade que en algunas playas hay inclinaciones que exigen una mayor carga a una de las piernas.

Hay que tener en cuenta que no se recomienda practicar deporte durante las horas más calurosas. También es vital mantener una correcta hidratación antes, durante y después, así como utilizar ropa holgada y con fibras naturales. De nuevo el uso de protector solar, gafas de sol y gorra es fundamental, incluso si estamos en la sombra.

Por último, si queremos darnos un chapuzón después del ejercicio, debemos entrar en el agua de forma gradual para aclimatar el cuerpo. Un cambio brusco de temperatura podría provocar un corte de digestión, que es uno de los accidentes más graves.

7. Precaución con la comida en la playa

Ciertos alimentos, como los huevos o las carnes de ave, pueden estropearse a causa del calor y acabar originando gastroenteritis. Por eso, no es aconsejable llevar esos alimentos a la playa. Sí podemos llevar sandía ya cortada, sándwiches que no tengan mahonesa o ensaladas con el aliño aparte, pero todo ello es mejor que esté en neveras o bolsas térmicas. En casa, además, es fundamental manipular muy bien los alimentos, limpiar los utensilios de la cocina y mantener todo a temperatura adecuada.