Cuidados básicos para la vista y los ojos en verano
Medidas para prevenir las enfermedades oculares típicas de verano en la playa y la piscina.
En verano, los ojos están expuestos al sol, al calor y al agua del mar y de la piscina, entre otros factores que ponen en riesgo su salud. De hecho, las enfermedades oculares como la conjuntivitis, alérgica o infecciosa, o la queratitis suelen ser motivo de consulta en esta época.
Para saber cómo cuidar la vista durante nuestras vacaciones, hemos contactado con el doctor Pío García Gómez, especialista en Oftalmología del Hospital Quirónsalud Vitoria, quien nos habla de los problemas oculares más comunes y nos da consejos para prevenirlos, especialmente en los niños.
Lesiones en la córnea por los rayos de sol
La queratitis actínica se produce por la radiación solar. De hecho, es habitual que aparezca tras haber estado tomando el sol sin proteger los ojos. También se puede originar si el fotoprotector entra en contacto con el ojo, algo que puede suceder si se disuelve con el sudor.
La principal medida para prevenir esta enfermedad ocular típica en verano es usar gafas de sol opacas especiales, como las del solárium, para tomar el sol. Además, en caso de tener el ojo seco, es recomendable aplicar lágrimas artificiales con mayor frecuencia.
Síntomas, diagnóstico y tratamiento de la queratitis actínica
Este problema ocular se reconoce por los siguientes signos:
- Dolor
- Lagrimeo
- Enrojecimiento del ojo
- Párpados hinchados
- Fotofobia o dolor a la luz
Su diagnóstico se realiza mediante la observación del epitelio de la córnea, que es la capa más externa. Si se detecta un punteado, quiere decir que hay pequeñas úlceras. Su tratamiento consiste en aplicar lágrimas artificiales y antibióticos oculares, que mejorarán los síntomas en pocos días.
¡Precaución con la conjuntivitis alérgica!
La exposición al sol y al calor pueden agravar esta reacción alérgica, sobre todo en la población infantil. Por este motivo, es aconsejable que las familias con menores que tengan alergia traten de cambiar sus hábitos en verano y, en lugar de ir a la playa, elijan la montaña donde encontrarán una temperatura más agradable.
En el caso de que empeoren los síntomas de conjuntivitis alérgica, podemos aplicar compresas frías sobre los párpados y tener cuidado de no rascarse los ojos.
Conjuntivitis infecciosa en playas y piscinas
Esta enfermedad oftalmológica es de origen vírico, por lo que no se debe confundir con la conjuntivitis alérgica. Es muy habitual en verano, sobre todo provocada por el adenovirus, que es muy contagioso. Su infección suele producirse en piscinas y playas.
Entre los síntomas de la conjuntivitis vírica, destacan:
- Quemazón
- Intenso lagrimeo
- Ojos muy enrojecidos
- Gran inflamación de los párpados en especial por la mañana
Prevenir contagios de conjuntivitis en la familia
Este tipo de conjuntivitis provoca una secreción transparente que parece lagrimeo. Sin embargo, estas lágrimas contienen el virus y, por tanto, pueden transmitir la enfermedad a otras personas.
Para no contagiarse, es conveniente incorporar medidas de higiene muy estrictas. Por ejemplo, cada miembro de la familia debe utilizar su propia toalla, lavarse las manos con frecuencia y limpiarse los ojos con gasas o pañuelos de papel.
También es imprescindible acudir al oftalmólogo, quien prescribirá el tratamiento más indicado y comprobará cómo evoluciona. En algunos casos, puede agravarse con una queratitis a causa de la gravedad del virus, lo que puede prolongar sus efectos e incluso afectar a la agudeza visual por provocar cicatrices en la córnea.
Otros cuidados generales para la salud ocular
En verano, es fundamental proteger a los ojos de la radiación con el uso de gafas de sol. En este sentido, es conveniente comprarlas en establecimientos que garantizan su calidad, así como elegir las que tienen cristales homologados y un filtro solar adecuado.
Otra recomendación para el cuidado de los ojos es mantener una alimentación rica en frutas y verduras, incluyendo alimentos con antioxidantes, ya que ayudan a proteger la vista de los radicales más dañinos.
Consejos para cuidar los ojos de los niños en verano
La salud ocular merece especial atención en la infancia, ya que sus ojos presentan una mayor sensibilidad a los rayos de sol. La razón de ello es que el cristalino no regula por completo la penetración de la radiación.
Además, los menores permanecen más tiempo en el exterior y por lo general no protegen sus ojos, lo que supone un factor de riesgo añadido para la vista. A largo plazo esto puede dar lugar a desarrollar cataratas a edades más jóvenes.
Por lo tanto, para cuidar la vista de los niños en verano es aconsejable que utilicen gafas de sol a partir de los 5 años, que lleven gorros o sombreros, y que no se expongan durante las horas de mayor intensidad.
Riesgos de utilizar lentillas en verano
El calor y el sol pueden resecar las lentillas, dando lugar a queratitis, que son lesiones del ojo que deben tratarse urgentemente para evitar que deriven en infecciones en la córnea.
Hay que tener en cuenta que las personas que utilizan lentes de contacto son las más perjudicadas por las infecciones en el ojo. Por eso, en el caso de que sientan dolor u observen enrojecimiento en el ojo, deben quitarlas lo antes posible.
Igualmente, las lentillas necesitan que el ojo esté húmedo y, en verano, se puede producir una evaporación natural de la lágrima a causa del calor y el uso del aire acondicionado. Para prevenir que se resequen, podemos utilizar lágrimas especiales, que deben conservarse en lugares frescos.
Por otro lado, no se recomienda tomar el sol con las lentillas puestas, ya que los ojos pueden resecarse con el calor y la ausencia de parpadeo. Esto puede provocar la pérdida de la humectación en las lentes, que pueden quedarse pegadas en la córnea o provocar úlceras.
En el caso de que las lentillas se queden pegadas al ojo, lo más recomendable es utilizar lágrimas artificiales para que la lentilla recupere la hidratación y el movimiento y, así, poder retirarlas; después, se debe acudir a urgencias.
Otro consejo para un uso adecuado de las lentillas es quitarlas durante largos vuelos porque pueden resecarse. De este modo, también nos aseguramos no dormir con ellas puestas.
Limpieza de las lentillas en vacaciones
Por último, en vacaciones debemos mantener la higiene de las lentillas. Hay que advertir que los productos de limpieza se pueden deterioran si los exponemos a más de 30ºC, por lo que no se recomienda llevarlos a la playa o en el coche. En ningún caso se debe usar agua corriente u otros productos no aptos para limpiarlas, ya que pueden contener gérmenes que originan infecciones corneales con efectos muy negativos y complicadas de tratar.
En definitiva, si no vamos a poder utilizar las soluciones adecuadas para limpiar las lentillas en nuestro destino vacacional, es preferible recurrir a las desechables.
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