Consejos para una piel bonita en verano
Ojo con los efectos del sol, la alimentación y las picaduras sobre la piel
Nuestra piel necesita un extra de cuidados en verano para que no sufra los efectos de la deshidratación, las picaduras y otros agentes externos que pueden hacer que luzca más apagada de lo normal. Te contamos las recomendaciones médicas para mantener bonita la piel y desmontamos los mitos sobre la exposición al sol.
¿Cómo hidratar la piel en verano?
La piel cubre todo nuestro cuerpo y, en ocasiones, nos olvidamos de su papel tan importante en la protección frente al medioambiente. Desde la unidad de Dermatología del Hospital Ruber Internacional, nos explican que "la piel tiene múltiples funciones, destacando la función como barrera, tanto mecánica, química, inmunológica como actínica o solar".
Para conseguirlo, es fundamental que la piel esté bien hidratada, lo que, además, ayuda a disminuir los problemas cutáneos relacionados con la época estival. A través de la alimentación y de cremas hidratantes podemos mantener la hidratación cutánea a un nivel adecuado. Te damos las principales pautas:
Alimentación para una piel hidratada
- Bebe agua. No esperes a tener sed, esto ya es una señal de deshidratación. Procura beber suficientes líquidos en varias tomas de pequeñas cantidades. Así consigues mantener un nivel adecuado de hidratación en la piel.
- Frutas y verduras, otra forma de hidratarse. ¡No lo dudes! Incluye en tu dieta estos alimentos. Nuestros dermatólogos nos indican que "nos aportarán agua y vitaminas antioxidantes para compensar el efecto dañino del sol".
- Grasas, hidratos y proteínas. Es preferible reducir el consumo de hidratos de carbono, como pastas, bollería, pan y azúcares, y también de grasas; mientras que la ingesta media de proteínas debe mantenerse.
Uso de cremas hidratantes
Acuérdate de utilizar crema hidratante porque, tal como explican nuestros dermatólogos "la piel no se hidrata con el agua de fuera de nuestro cuerpo, sino evitando que se pierda a través de la piel, lo que se consigue solo con cremas hidratantes". Por eso, nos recomiendan aplicarlas con frecuencia y de manera abundante, especialmente después de haber disfrutado de un día en la playa o en la piscina.
Cuidar la piel de los efectos del sol
Estas son las principales medidas para proteger la piel de los rayos del sol:
- Usa cremas con FPS entre 30 y 50. En cuanto al formato, no importa si es loción, gel, aerosol o crema, sino su índice de protección solar.
- Aplica el protector solar 30 minutos antes de salir de casa y repite a las 2-3 horas. También debes aplicarlo después de bañarte en la piscina o en la playa, si vas a seguir expuesto al sol.
- Utiliza sombrero, gafas y ropa para protegerte de las quemaduras solares.
- Niños con menos de dos años. Evita la exposición directa al sol, y protégelos con filtro solar, ropa y gorra.
Por último, nuestros expertos nos advierten que "el 80% de la exposición a los rayos solares se realiza durante los primeros 18 años de vida, en los que además la protección solar es aún más importante". Por lo tanto, protege tu piel desde el principio.
¡Ojo con estas horas!
- Entre las 11:00 y las 17:00 horas, es recomendable no tomar el sol, porque es el momento en el que es más perjudicial.
- ¡Cuidado con el deporte! No practiques ejercicio durante las horas centrales del día porque corres riesgo de sufrir una insolación o una lipotimia.
Si está nublado, ¿aplicamos protector solar?
Sí. En cuanto vemos el cielo con nubes, tendemos a olvidar la crema de protección solar, y esto es un error. Así nos lo argumentan nuestros especialistas, "las nubes filtran los rayos infrarrojos que nos proporcionan el calor, pero dejan pasar los rayos ultravioletas, que son los responsables de las quemaduras solares, del fotoenvejecimiento y del cáncer de piel".
¡No te confíes porque no haga tanto calor y ponte la crema!
¿La crema de protección solar bloquea la vitamina D?
No. Se puede aplicar la protección solar en la piel, que esto no va a impedir la activación de la vitamina D. Además, tan solo es necesario disfrutar de 20 minutos de luz solar al día para activar la vitamina D, sin que sea necesaria una exposición directa al sol.
¿Por qué mi piel no se broncea como me gustaría?
Aunque queramos una piel más morena que otros veranos, es posible que no lo consigamos. La razón de ello es que "el grado de bronceado viene determinado genéticamente, y nunca podremos alcanzar un bronceado mayor que el que nuestros genes nos otorgan", tal y como nos apuntan nuestros dermatólogos.
Esto hace referencia a los distintos tipos de piel, siendo los fototipos I y II los que más riesgo tienen de sufrir quemaduras cuando se exponen al sol, y también les resulta más complicado broncearse. Se trata de personas con piel, ojos y pelo claros, que tendrán más posibilidades de quemarse que las personas con pieles más morenas.
Las picaduras y sus consecuencias en la piel
Pican, molestan y causan reacciones que, en ocasiones, dan la impresión de tratarse de alergias en la piel. Para prevenir las picaduras de insectos, abejas y avispas incluidas, debemos echar mano de repelentes y otras técnicas:
- Insectos. Desde primavera, que es cuando eclosionan, hasta final del verano, nos acompañan por la tarde y la noche. Es habitual encontrarse con ellos en zonas de humedad, ríos, playas, cañizos... Contra los insectos, te recomendamos el uso de repelentes en el cuerpo y también en las habitaciones.
- Avispas y abejas son diferentes, pero ambas pueden darnos un susto y, además del picor, dejarnos una marca muy poco atractiva. Para no llamar su atención, te aconsejamos evitar ropa de colores intensos y no ponerte ese perfume o colonia con un olor fuerte, porque estos dos factores suelen atraerlas. Además, si estás de barbacoa o al aire libre, ten en cuenta que la carne y el pescado también harán que se acerquen. Por último, ten cuidado si intentas espantarlas con aspavientos porque puede ser arriesgado.
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