Niños y vacaciones: 7 riesgos y cómo prevenirlos
Pautas para unas vacaciones de verano seguras y divertidas con los más pequeños
Los niños llegan al verano con las pilas bien cargadas, no tienen miedo a nada y quieren disfrutar de lo que les rodea. Para que las vacaciones sean unos días inolvidables, sin sobresaltos, a los padres les toca estar muy atentos, sobre todo en la playa y en la piscina, incluyendo las portátiles, que son los lugares donde existe un mayor riesgo de accidentes infantiles.
Para que estés prevenido, te contamos los 7 problemas que pueden surgir durante las vacaciones de verano con los más pequeños y te proponemos unos consejos para prevenirlos.
Bañarse en el mar o en la piscina
Con este calor, ¿a quién no le apetece meterse en el agua? Los niños son los que más disfrutan chapoteando, ya sea en la playa o en la piscina. ¡Incluso hay que recordarles que salgan del agua!
Lo que está claro es que no podemos confiarnos ni bajar la guardia con los menores, ya que bañarse en la piscina o en el mar supone uno de los grandes riesgos en verano. A esto, el doctor José Luis Díaz Rodríguez, especialista en Pediatría del Hospital Quirónsalud Campo de Gibraltar, añade que "las piscinas portátiles también son peligrosas".
Para prevenir accidentes en el agua, estas son las reglas básicas:
- Vigilar a los niños en todo momento.
- Estar atento a qué juegan en el agua.
- Enseñarles a nadar o flotar, cuanto antes, y que usen sistemas de flotación. Eso sí, ¡no les quites el ojo!
- Indicarles que no corran por el bordillo de la piscina.
Por último, nuestro especialista nos recuerda que la piscina debe estar rodeada por barreras o cercas, con 1,20 metros de altura, y una puerta, cuyo cerrojo no puedan alcanzar los niños.
Corte de digestión
Es un riesgo posible tanto en niños como en adultos y siempre genera dudas sobre cuánto tiempo esperar después de comer. Por eso, es muy importante mostrar desde la infancia que deben esperar para bañarse, especialmente cuando el agua está muy fría o cuando han comido demasiado.
Según nuestro pediatra, "tenemos que enseñarles a meterse en el agua lentamente e informarles que así el organismo se va acostumbrando, poco a poco, a la temperatura de ésta".
En caso de que el niño presente alguno de estos síntomas, debemos sacarle rápido del agua:
- Náuseas
- Zumbidos en el oído
- Escalofríos
- Mareos
Tirarse de cabeza o desde las rocas
Los niños pueden lanzarse a la piscina o al mar con posturas insospechadas. Por eso:
- En la piscina… que no se tiren de cabeza en las zonas con poca profundidad porque pueden darse un golpe contra el fondo.
- En la playa…debemos avisarles de los riesgos de tirarse en una zona con rocas. Es posible que los niños no vean alguna y acaben golpeándose, o que, al tirarse de una roca muy alta, caigan mal y terminen con una lesión de médula o un traumatismo.
Golpe de calor
Es fácil perder la noción del tiempo en la piscina o en el mar, y esto hace que, en ocasiones, lleguemos a desoír las recomendaciones para protegernos de los efectos del sol. Al respecto, nuestro especialista nos avisa que "cuando el cuerpo está sometido a altas temperaturas, pueden fallar los mecanismos de regulación de la temperatura corporal -mecanismo natural del sudor-, produciendo agotamiento por calor y, de persistir, una situación más grave que es el golpe de calor".
Así que, además de prevenir, debemos estar atentos a los síntomas del golpe de calor para actuar con urgencia.
Picaduras típicas de verano
La época estival va acompañada de bichitos que los niños suelen tocar o ponerse en su camino. Las picaduras más habituales en verano son:
Picadura de medusa
Si nos estamos preguntando qué hacer frente a las picaduras de animales marinos, como la medusa, sobre todo debemos seguir estos consejos:
- No frotar el área afectada.
- Limpiar la picadura con agua salada, ¡ojo porque el agua dulce no debe utilizarse para esto!
- Aplicar frío sobre la picadura, pero evitando que el hielo la toque directamente.
- Acudir al centro hospitalario en caso de que el niño se sienta peor.
Mosquitos, abejas y avispas
Aunque los protagonistas del verano son los mosquitos, también es posible sufrir las picaduras de avispas, abejas y otros insectos. Si esto ocurre, lo habitual es que la piel se inflame y presente un enrojecimiento; en otros casos, también es posible que manifiesten otras reacciones de tipo alérgico.
Entre las medidas para evitar las picaduras, destaca el uso de repelentes y de telas mosquiteras en las ventanas. Eso sí, cada cierto tiempo tenemos que aplicar de nuevo el repelente porque su efecto no dura para siempre.
En caso de que los niños sufran alguna picadura, debemos intentar que no se la rasquen porque esto puede provocar una sobreinfección. Igualmente, podemos utilizar productos que ayudan a aliviar el picor, las molestias y la hinchazón.
Abuso de móvil y videoconsola
Esto no supone un peligro físico para los menores, pero sí que puede restarles tiempo de otras actividades. El abuso de los videojuegos es un peligro en vacaciones. Nuestro especialista nos apunta que "el hecho de que tengan más tiempo libre, y también por comodidad nuestra, hace que los niños estén expuestos durante más tiempo a dispositivos móviles y videoconsolas".
Para evitar esta situación, podemos animarles a seguir con las actividades cotidianas. Por ejemplo, antes que usen el móvil, la tableta o la videoconsola, vamos a proponerles:
- Tomar el desayuno
- Hacer la cama
- Pasear
- Bañarse
- Fijar unos horarios de manera conjunta para el uso de estos dispositivos
En los casos en los que existe una mayor dependencia a un dispositivo electrónico, nuestro doctor nos aclara que "si el niño ha estado ‘enganchado’ mucho tiempo durante el año, hay que ayudarle, en la medida de lo posible, para que no padezca el síndrome de abstinencia, con ciertos momentos del día de conexión, a ser posible acompañados por nosotros, y compartir sus inquietudes".
13 claves para evitar accidentes infantiles
- No exponer al sol a los menores de 2 años, tampoco a radiaciones indirectas como podría ser colocarles debajo de la sombrilla en la playa o próximos a la piscina.
- Proporcionarles líquidos o el pecho con frecuencia.
- Descartar las bebidas muy frías o muy calientes o que contengan cafeína.
- Incrementar el aporte de sales.
- Bañar a los pequeños o mojarles el cuerpo.
- ¡Ojo con los cambios bruscos de temperatura!
- Plantear actividades relajadas y evitar los juegos con mayor intensidad.
- Evitar que los niños caminen o jueguen expuestos a los rayos del sol, sobre todo en las horas más calurosas, al mediodía o a primera hora de la tarde.
- Usar sombreros o gorras.
- Aplicar crema de protección solar antes de exponerles al sol y repetir su aplicación a la hora o después del baño.
- Mantener a los menores en lugares frescos y con ventilación.
- Elegir ropa ancha, de algodón y de color claro. Si es posible, es preferible que los niños vayan desvestidos.
- No dejar a los niños dentro del coche estacionado y cerrado.
- Utilizar gafas de sol de calidad y homologadas para proteger sus ojos del sol, en especial en el agua donde hay una mayor reflexión lumínica. Hay que tener cuidado con las gafas sin homologación o con poca calidad porque el cristal oscuro hace que la pupila se dilate y, en consecuencia, se facilita el acceso de la radiación.
¡Un verano divertido y creativo!
Las vacaciones de verano nos permiten descansar, salir de la rutina y disfrutar de más tiempo en familia. En este sentido, nuestro especialista nos aconseja "programar el día con los niños para que jueguen, hagan deporte, lean y, por qué no, se aburran y de esta forma desarrollen su creatividad, ya que los niños poco creativos toleran menos la frustración y no saben controlar sus impulsos".
© 2024 Quirónsalud - Todos los derechos reservados