Voluntariado en el hospital, una experiencia que cambia vidas

¿Quieres añadir un propósito de año nuevo que sea altruista y generoso? El voluntariado tiene un papel fundamental en la sociedad y puede llegar a cambiar vidas, tanto de las personas que lo realizan de manera desinteresada como de las que lo reciben.

Esta labor también se puede llevar a cabo en los hospitales, lo que contribuye a crear un ambiente más humano, tranquilo y agradable. Aurora Herraiz, directora de Responsabilidad Social Corporativa del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz, nos explica que "ser voluntario es una experiencia maravillosa y gratificante que brinda a las personas la oportunidad de hacer una diferencia en el mundo mientras se crece personalmente".

Así que, si estás buscando un reto diferente para este año, descubre qué hacen los voluntarios en los hospitales.

En qué consiste el voluntariado en los hospitales

Los voluntarios son muy importantes en los centros hospitalarios, ya que atienden con cercanía y empatía tanto a los pacientes como a sus familiares. Principalmente, se encargan de escuchar, crear bienestar emocional, ayudar y ofrecer compañía en este cuidado.

Herraiz afirma que el valioso trabajo del voluntariado se traduce en "acompañar en la soledad, escuchar al afligido, generar optimismo y bienestar emocional, ayudar… en definitiva, acompañar con la presencia desde el sentimiento sincero de querer ayudar, hace del voluntario un elemento esencial".

Mujer voluntaria dando la mano a una paciente en el hospital

Además, los voluntarios ofrecen su tiempo y esfuerzo sin recibir nada a cambio. La Organización de Naciones Unidas señala que realizan una labor muy necesaria de manera altruista para una causa concreta. Y esto es algo que puede cambiar la vida no solo de la propia persona que realiza el voluntariado sino también de la que lo recibe.

Hay que destacar que, en los hospitales, este papel del voluntario es todavía más relevante por su relación con el cuidado de la salud. En este sentido, Herraiz apunta que "curar al enfermo es nuestro propósito y, junto al refuerzo del valor humano por excelencia del espíritu generoso, noble y humanitario que lleva a cabo el voluntario por el simple hecho ya de serlo, la estancia de los pacientes entre nosotros es, sin lugar a duda, más gratificante".

Asimismo, la labor de los voluntarios supone una extensión de la atención médica en los hospitales y también ayuda a establecer lazos vitales.

Tampoco conviene olvidar su efecto positivo en las personas hospitalizadas. Los voluntarios participan a diario, mostrando empatía y de manera desinteresada, y los pacientes valoran de forma muy positiva ese ‘toque humano’ que proporcionan y que va más allá y sirve para complementar los procesos clínicos.

El Hospital Universitario Rey Juan Carlos cuenta con el trabajo incalculable de los voluntarios, algo que agradecen pacientes y profesionales. Colaboran diferentes asociaciones y organismos que, durante la semana, ofrecen a los pacientes en situación más vulnerable: terapia emocional, compañía, orientación e incluso apoyo administrativo.

Por último, hay que señalar que los especialistas del propio centro participan de forma voluntaria en charlas u otras iniciativas. Al respecto, Herraiz indica que "más allá del día a día de las personas que ejercen una importante labor desinteresada en el hospital, nuestros profesionales son también voluntarios en múltiples acciones solidarias dirigidas a la población, y a ellos también queremos agradecerles su motivación intrínseca".