Cuando el dolor de cabeza es algo más: la cefalea migrañosa

Aunque hay numerosísimos tipos de dolores de cabeza, con diversas causas y sintomatologías, nos vamos a referir a la cefalea migrañosa, ya que representa el 30% de las cefaleas, según datos de la OMS. De hecho, y de acuerdo con esta información, la migraña por sí sola representa la sexta causa mundial de los años perdidos por discapacidad.

¿Cómo sé si tengo migraña?

Aunque será el especialista quien te la pueda diagnosticar de forma personalizada, el doctor Juan Bernardo Gómez Galván, especialista en Neurología del Centro Médico Teknon, nos da unas pautas para que podamos autoevaluarnos y saber si debemos consultar a un profesional: "si has sufrido cinco o más ataques de dolor de cabeza que duraron de 4 a 72 horas, que han restringido, al menos en parte, las actividades programadas y se acompañan de náuseas y sensibilidad a la luz y/o el sonido puedes considerar que sufres de migraña".

Causas y alivio de la migraña

Precipitantes de la migraña

Generalmente, los ataques de migraña pueden precipitarse por diferentes factores, que se clasifican en cinco grupos:

1. Relacionados con la comida

Existen algunos alimentos que pueden influir en la aparición de las migrañas, como son: queso, comida china, chocolate, cítricos, productos lácteos, pescado ahumado, embutidos con contenido de nitratos (salami, hot dog, tocino), frutos secos, arenques, vinagre, tomates y trigo, además del consumo de alcohol. Por otro lado, el ayuno prolongado puede presentar el mismo efecto.

2. Causas hormonales

El hecho de que la migraña sea mucho más frecuente entre la población femenina (hasta el doble), tiene que ver con los cambios hormonales en relación con el ciclo menstrual y la menopausia, que pueden también provocar ataques. De la misma manera, los anticonceptivos hormonales pueden afectar a estas cefaleas.

3. Factores físicos

Realizar actividades intensas como el levantamiento de pesas, los esfuerzos importantes y, en ocasiones, hasta el simple hecho de flexionarse o agacharse pueden ser desencadenantes.

4. Problemas emocionales

El estrés, la depresión, el insomnio, estados de shock… pueden igualmente convertirse en precipitantes de la migraña.

5. Factores ambientales

A menudo la exposición a una luz muy brillante, el sol intenso o los cambios muy bruscos de temperatura o de presión atmosférica pueden afectar considerablemente, al igual que los sonidos agudos y elevados, los olores penetrantes o los baños con agua muy caliente.

Alivio de la migraña

Lo primero a tener en cuenta es que, aunque no vayamos a poder evitar por completo la aparición de los ataques, sí podemos minimizar el número de crisis y su intensidad, simplemente manteniendo hábitos de vida regulares y saludables como una alimentación equilibrada basada en productos naturales, un sueño suficiente y reparador y la práctica de ejercicio físico moderado.

Una vez se ha desencadenado la migraña, lo mejor es descansar en un ambiente silencioso y poco iluminado.

Como es natural, el especialista será quien indique si es necesario recurrir a tratamiento farmacológico que alivie los casos de migraña aguda.