El aumento de los casos de cáncer es una realidad de la que debemos ser conscientes, pero también es necesario comprender a qué se debe este incremento, ya que no todo son datos negativos.

Por una parte, el hecho de que vivamos más años hace que también tengamos más tiempo para desarrollar enfermedades, y en concreto de este tipo. Y, por otro, la detección cada vez más precoz de tumores pequeños en fases incipientes, y por tanto más curables, hace que el número estadístico crezca.

A esto se suman, claro está, los factores de riesgo externos, como el estilo de vida sedentario, la obesidad o el consumo de alcohol o tabaco. Y es, precisamente, en este punto en el que podemos poner de nuestra parte para evitar la exposición a un mayor riesgo de aparición de determinados tumores.

Está demostrado que una alimentación equilibrada y la práctica de ejercicio físico sirven como factores de protección. De hecho, realizar ejercicio no solo contribuye a prevenir el riesgo de cáncer, sino que además ayuda a tolerar los efectos de la quimioterapia, mejora el estado general del paciente, la calidad de vida y la fatiga asociada a la enfermedad oncológica y su tratamiento.

El doctor César Pablo Ramírez Plaza, jefe de Cirugía General y del Aparato Digestivo del Hospital Quirónsalud MálagaEste enlace se abrirá en una ventana nueva, destaca que "es vital asumir hábitos de vida saludables, como una dieta mediterránea, la práctica habitual de ejercicio físico, evitar la obesidad y, sobre todo, desterrar factores que se pueden prevenir, como el tabaco, relacionado con el 33% de los tumores; o el alcohol, vinculado con el 12%".

Finalmente, cabe destacar el papel del enfoque psicológico de la paciente ante la enfermedad, ya que todo apunta a que las personas que se saben adaptar a la nueva situación consiguen una mejor calidad de vida, ligada una buena salud mental, y mejoran el afrontamiento de los efectos secundarios y la adherencia al tratamiento farmacológico. En definitiva, la resiliencia se convierte en un aliado, entendiendo esta como la capacidad de adaptarse a las adversidades, recuperarse y adoptar una conducta positiva.

Hábitos saludables para pacientes con cáncer

En esta sección, profundizamos en los cuidados especiales que ayudan a mejorar la calidad de vida de las pacientes con cáncer, como:

  • Alimentación: cómo puede ayudar durante el tratamiento. Desmontamos el falso mito que relaciona el consumo de azúcar con el cáncer, y además te damos una serie de recomendaciones nutricionales para aliviar las náuseas y mejorar el apetito.
  • Deporte, un hábito con muchos beneficios. El ejercicio influye de manera positiva a nivel corporal y mental. Además, su práctica durante el tratamiento de cáncer ayuda a aliviar los efectos secundarios. Te contamos cómo incorporarlo en el día a día.
  • Cómo mejorar los efectos de la quimioterapia. Hablamos de los síntomas que pueden aparecer después de este tratamiento oncológico y te indicamos cómo aliviarlos y a qué señales de alerta debemos estar atentos.
  • Avances hacia la cronificación del cáncer de mama. Indagamos en el pronóstico de este cáncer que afecta a tantas mujeres, por qué se habla de cronificación de la enfermedad, y qué tecnología nos permite avanzar en su detección y tratamiento.
  • Cuidado dermatológico. La piel, el pelo, las uñas y las mucosas sufren el efecto de los tratamientos y del propio cáncer. Su cuidado es muy importante, ya que tiene un impacto muy positivo en el bienestar de las pacientes. En ello se centra la Oncodermatología, que evalúa los cambios dermatológicos e indica las terapias más adecuadas.
  • Sexualidad. Es una parte importante en la vida de la mujer que puede verse afectada con el cáncer de mama y los tratamientos. Te contamos todo lo que necesitas saber sobre salud genital, sexualidad y terapias que ayudan a recuperar el deseo sexual.
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