Come más sano fuera de casa con estos consejos

¿Nunca sabes qué elegir cuando comes o cenas fuera de casa? En verano con frecuencia disfrutamos del buen tiempo en terrazas, bares, restaurantes o chiringuitos, con el riesgo de cometer excesos que conlleva. Y es que, en ocasiones, de toda la variedad de platos resulta complicado escoger los más sanos, o tendemos a elegir aquellos con más aporte calórico, lo que puede hacernos ganar algún kilo de más. A esto hay que añadir que existe una mayor exposición a sufrir salmonelosis a causa del calor, o alergias alimentarias.

Te ayudamos a disfrutar de la alimentación sin agobios ni riesgos.

Claves para elegir platos más sanos

Guardar la línea en vacaciones y disfrutar de la comida es posible. Para ello es importante buscar restaurantes o bares que incluyan comidas sanas en sus cartas, como ensaladas, verduras, carnes y pescados a la plancha. Además, es necesario tener en cuenta los siguientes consejos:

Come más sano fuera de casa con estos consejos

• El primer plato o el aperitivo deben ser ligeros. La nutricionista Rocío Praxedes Gómez, de la Unidad de la Obesidad de los hospitales Quirónsalud Valencia y Quirónsalud Alicante, nos propone, por ejemplo, ensaladas, mejillones al vapor, cremas de verduras frías o boquerones en vinagre, que aportan muy pocas calorías.
• Como plato principal, es preferible elegir aquellos que contengan más cantidad de alimentos de origen vegetal y que su preparación sea sencilla. En este sentido, la especialista nos indica algunas ideas para pedir fuera de casa, como tartar de salmón con tomate, aguacate, cebolla y brotes verdes, salteado de pasta con tomates cherry, brócoli y gambas o paella de verduras con guisantes.

Otro consejo para comer más saludable fuera de casa es optar por técnicas culinarias que necesitan menos aceite, como salteados, papillote, plancha, horno o parrilla. Y a la hora de aliñar la ensalada, controlar la cantidad de aceite que utilizamos para ello.

Por último, es recomendable evitar los fritos y dejarlos solo para ciertas ocasiones, y también se pueden sustituir la mahonesa y otras salsas muy calóricas por otras más idóneas como la vinagreta, tomate natural o salsas de yogur.

¿Qué comer en los bufés libres?

Si vamos a un bufé libre estas vacaciones, podemos comenzar por un primero sano y saciante. La nutricionista Elena de la Fuente Hidalgo, del Hospital Quirónsalud San José, nos aconseja servirnos como primer plato una ensalada variada, gazpacho o verduras, lo que dejará menos espacio para alimentos menos sanos.

El segundo debe contener proteína, dando prioridad al pescado en lugar de la carne, y podemos añadir un poco de pasta, arroz o patatas asadas para cubrir los carbohidratos. La paella también es una buena opción como plato único, y puede ir acompañada por una ensalada verde.

Consumir postre o helado de forma ocasional

Lo más adecuado es sustituirlos por fruta o productos lácteos con menos azúcares. Pero, no pasa nada por consumir un helado o postre de forma ocasional si mantenemos una rutina saludable en verano. La doctora Jimena Abilés Osinaga, especialista en nutrición del Hospital Quirónsalud Marbella, nos señala que "el hecho de que alguna vez se produzca una excepción no debe afectar. Se ha de disfrutar siempre".

Además, hay helados que aportan menos calorías, como sorbetes o helados de yogur, o los preparados en casa. En el caso de elegir uno más contundente, la doctora Abilés apunta que "es preferible darnos el gusto y degustarlo en sustitución de una comida para garantizar el mismo o similar aporte calórico al final del día".

¿Cerveza, refresco o agua?

Sin duda, el agua es la mejor bebida para mantenerse hidratado en verano y no sumar calorías. En cambio, tanto las cervezas como los refrescos azucarados aportan una gran cantidad de calorías vacías y pueden favorecer la deshidratación. Por eso, la hidratación no incluye refrescos ni alcohol.

Si buscas bebidas más saludables para tomar fuera de casa, estas son las propuestas de nuestros especialistas del Centro Médico Quironsalud Tres Cantos: agua con gas, hielo y limón, té verde con hielo y limón, zumo de tomate, café con hielo, casera con hielo y limón, o una limonada sin azúcar con menta o hierbabuena. Por otro lado, en casa podemos preparar bebidas y granizados caseros muy fáciles.

Prevenir la gastroenteritis que propicia el calor

La diarrea veraniega es muy común en verano, siendo los niños, los adultos mayores y las personas con enfermedades crónicas los más vulnerables. La salmonelosis es la bacteria responsable de muchas de las gastroenteritis veraniegas, y suele producirse a raíz de una contaminación alimentaria en la cocina.

Para prevenirlo, la doctora Sonia García Vizuete, jefa de servicio de Aparato Digestivo del Hospital Quirónsalud Sur, nos recomienda seguir las medidas de seguridad alimentaria en la cocina, y evitar romper la cadena de frío en carne, huevos y salsas, que son sensibles a las altas temperaturas.

¡Atención a las alergias alimentarias!

Este tipo de alergia provoca una reacción más o menos grave cuando se entra en contacto con determinados alimentos. En especial, conviene prestar atención a los menores que sufren alergias alimentarias cuando vamos a comer fuera. De ello nos alerta la doctora Ana Pérez Montero, jefa del servicio de Alergología del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid, quien nos recomienda informar al encargado del bar o restaurante, así como llevar siempre la medicación de urgencia. También es aconsejable informar al resto de adultos que cuidan al niño para que conozcan el alimento que causa la reacción alérgica.

Moverse más en verano

Un truco para lograrlo es planificar actividades que nos gusten como senderismo, jugar al pádel o montar en bici. Lo importante es moverse de la forma que más nos apetezca. La nutricionista Ana Ramos Arranz, del Hospital Universitario La Luz, nos anima a ello: "Aprovecha el buen tiempo para hacer deporte al aire libre: te ayudará a conectar con tu entorno, motivarte y darte un empujón con la pérdida de peso".

Otro ejercicio muy saludable es la natación: "Aprovecha para hacer unos cuantos largos cuando estés en la piscina, o nada en el mar, que requiere mayor esfuerzo y por tanto mayor consumo de energía", concluye la especialista.