Trastornos de Alimentación o TCA: señales de alerta

Las personas con Trastornos de Conductas Alimentarias, más conocidos por las siglas TCA, tienen una mala relación con la comida, llegando a restringir su ingesta, cometer excesos para después vomitar e incluso vivir una dismorfia respecto a la imagen real de su cuerpo.

Anorexia, bulimia, atracones y vigorexia son algunos de los desórdenes alimentarios más comunes en la adolescencia y afectan sobre todo a mujeres jóvenes. Su detección precoz es fundamental para actuar cuanto antes. Precisamente, el psiquiatra Antonio Gil Flores, del Hospital Quirónsalud Clideba, nos destaca su importancia: "intervenir antes de que los pensamientos irracionales acerca del peso o de la alimentación se instauren de forma más intensa o de que haya consecuencias físicas favorece un buen pronóstico".

Descubre todas las claves sobre los trastornos alimentarios y cómo detectarlos.

Trastornos de Alimentación o TCA: señales de alerta

Cómo prevenir los TCA en jóvenes

No es fácil prevenir la aparición de los TCA o Trastornos de Conductas Alimentarias debido a las numerosas influencias negativas que están presentes día a día en el entorno de los más jóvenes. En este sentido, nuestro psiquiatra comenta que "la imagen de la delgadez asociada al éxito, que vemos en medios de comunicación, es accesible a todo el mundo, lo que incluye a personas vulnerables a un TCA".

Entonces, ¿cómo se puede ayudar a los jóvenes? Nuestro especialista nos aconseja trabajar en diversos ámbitos, con la participación de las familias y los centros educativos, para:

• Favorecer la autoestima
• Promover la inteligencia emocional
• Motivar la incorporación de hábitos saludables
• Concienciar sobre los diferentes cuerpos, usando redes sociales u otros medios de comunicación

Factores de riesgo

Nuestro doctor nos indica que, "como en cualquier otro trastorno mental, hay múltiples factores que influyen tanto en la aparición como en el mantenimiento de un TCA". En este caso, entre los factores que aumentan el riesgo se encuentran:

• La genética. Es más alta la posibilidad de presentar un TCA si alguien de la familia ya ha tenido este trastorno.
• La edad. Existe un mayor riesgo en edades jóvenes.
• El sexo femenino. Las mujeres presentan una mayor posibilidad de desarrollar anorexia, bulimia u otro trastorno alimentario. Nuestro especialista nos explica que "lo primero que destaca es que la mayoría de las personas con TCA suelen ser del sexo femenino, aunque la incidencia en hombres está aumentando".
• Baja autoestima.
• Haber tenido un exceso de peso anteriormente.
• Haber experimentado cambios durante la pubertad.
• El ámbito familiar y social, como "la preocupación excesiva en casa acerca del peso o la alimentación, malos hábitos alimentarios desde la niñez y los ideales de belleza que existen en nuestro entorno, que valoran muy positivamente la delgadez mientras que condenan el sobrepeso y la obesidad", apunta nuestro especialista.

Internet, un peligro añadido en adolescentes

¡Ojo con la información online! Existen páginas webs y grupos de WhatsApp que incitan a la anorexia y la bulimia en adolescentes, ya que hablan sobre estas enfermedades de manera positiva. Esto supone un riesgo adicional para los jóvenes que presentan más vulnerabilidad.

Respecto a este riesgo, nuestro especialista ofrece a los padres esta recomendación: "Una mayor implicación en lo que ven sus hijos por Internet, que se pueda hablar en casa de lo que se consulta en las redes puede poner a los padres sobre aviso y actuar en consecuencia".

La importancia de detectar los trastornos de alimentación

La detección precoz puede resultar beneficiosa para el abordaje de esta enfermedad, por lo que es fundamental diagnosticarla cuanto antes. Nuestro especialista nos avisa que "en ocasiones estos trastornos pueden causar síntomas anodinos, como mayor preocupación por la imagen corporal, por el peso o por la alimentación, preocupaciones que pueden aparecer en la adolescencia de forma habitual".

Es importante estar atento cuando estas preocupaciones por el cuerpo y la comida provocan cambios, como, por ejemplo, que ya no se quiera consumir ciertos alimentos o que se evite comer con los padres. Es frecuente que los adolescentes no transmitan estos pensamientos, así que las familias suelen tardar en ser conscientes de ciertas conductas, y por eso conviene estar atentos a los siguientes signos:

• Tira la comida
• Presenta delgadez y otras secuelas físicas
• Pierde la menstruación por amenorrea
• Está fatigado
• Se muestra irritable

Tipos de TCA

Aunque no hay un perfil específico para las pacientes de estos trastornos, sí se pueden distinguir algunos comportamientos comunes dependiendo del tipo de trastorno de alimentación. Los más habituales son:

• Anorexia nerviosa. En general, las personas con anorexia nerviosa son autoexigentes y perfeccionistas con un carácter demasiado obsesivo. Además, se enfocan en los logros.
• Bulimia. Nuestro doctor nos describe que las personas con bulimia "suelen tender más a la inestabilidad emocional y pueden desarrollar otro tipo de conductas impulsivas, como el consumo de sustancias o las autolesiones".
• Trastorno de atracones. Las personas que padecen este trastorno consumen muchos alimentos de manera compulsiva, pero, a diferencia de la bulimia, no se inducen el vómito después como forma de purgarse. Esto provoca aumentos de peso.
• PICA. Es más habitual en la infancia y consiste en comer tiza, tierra u otros objetos.

Cómo tratar los trastornos de conducta de alimentación

Si sospechamos que nuestros hijos pueden estar teniendo desórdenes alimentarios, lo más importante es acudir a consulta.

Respecto a qué profesionales tratan los TCA, nuestro doctor nos aclara que "además de los especialistas en Salud Mental, es adecuado un seguimiento por el Médico de Familia o el Pediatra, para descartar cualquier consecuencia que haya tenido la desnutrición en el paciente".

En algunos casos también se aconseja contactar con endocrinólogos, si se observa una falta de nutrición o trastornos hormonales, así como con Ginecología cuando han aparecido cambios menstruales. "Una vez se ponga al paciente en tratamiento, la colaboración de la familia es fundamental", concluye nuestro psiquiatra.