Cáncer de ovario y el riesgo hereditario
Cómo influye la genética en este tumor ginecológico y por qué se diagnostica en etapas avanzadas
Existe la equivocada creencia de que el cáncer de ovario siempre es hereditario, y que, por tanto, se hereda de madres a hijas de manera inevitable. Sin embargo, aunque la genética es un factor de riesgo importante, no está presente en todos los casos.
La doctora Mª Jesús Rubio Pérez, jefe de servicio de Oncología Médica del Hospital Quirónsalud Córdoba, nos especifica que "solo entre el 10% y el 15% de los tumores de ovario son de origen hereditario, formando parte principalmente del Síndrome de Lynch y el síndrome del cáncer de mama y ovario hereditario".
Cada año se diagnostican alrededor de 3.500 casos de cáncer de ovario en España, que además es el quinto más frecuente en las mujeres. En este sentido, la labor divulgativa tiene un papel muy relevante, puesto que esta enfermedad no causa síntomas al principio y, cuando lo hace, pueden ser inespecíficos. Por eso, es necesario acudir a las revisiones ginecológicas anuales que facilitan su diagnóstico.
Te contamos cómo influye la genética en el desarrollo de este tumor en la mujer, las señales de este cáncer ginecológico y los tratamientos para la enfermedad en etapa avanzada.
La probabilidad de heredar el cáncer de ovario
La genética es un factor de riesgo, pero no el único ni tan determinante como popularmente se piensa. Sobre ello, nuestra oncóloga nos indica que "no es correcta la creencia de que si una madre ha padecido cáncer de ovario, sus hijas lo van a heredar, ya que, si bien tener un familiar directo con esta enfermedad es un importante factor de riesgo, esto solo se produce entre el 10 y el 15% de los casos".
Por lo tanto, "ser un familiar portador de mutación no significa que se vaya a desarrollar la enfermedad, sino que existe un mayor riesgo", nos matiza nuestra doctora, quien nos explica que, en ese caso, la portadora sana se debe realizar controles específicos y tomar decisiones que le permitan disminuir la probabilidad de desarrollar el cáncer de ovario.
Otros factores de riesgo en el tumor de ovario
Además del factor hereditario, se encuentran:
- La nuliparidad, que quiere decir no haber tenido hijos
- La endometriosis, que es una enfermedad que afecta a las mujeres en edad reproductiva
- La menarquía prematura, que es la aparición precoz de la primera menstruación
- La menopausia tardía, cuando el cese de la menstruación se produce a una edad más tarde de lo habitual
Cáncer de ovario: cuándo sospechar
Su detección precoz puede resultar complicada debido a que no suele causar síntomas en los estadios iniciales. De hecho, es habitual que su diagnóstico se produzca de manera casual en los controles de Ginecología. Por eso, nuestra doctora insiste en que "las revisiones ginecológicas anuales son fundamentales para incrementar el diagnóstico precoz del cáncer de ovario y reducir su incidencia".
No obstante, cuando este cáncer se encuentra en etapa avanzada, se pueden presentar algunos indicios, como:
- Dolor y distensión del abdomen
- Digestiones pesadas
- Una masa en el abdomen que se puede tocar
- Sensación de llenado gástrico rápido
Ante estos síntomas, especialmente los dos últimos, es necesario contactar con los especialistas, quienes indican las pruebas adecuadas para cada caso.
¿Es posible tratar este cáncer ginecológico en fase avanzada?
Sí, de hecho, el 70% de los casos se detectan en esta etapa y se tratan. Es cierto que esto puede influir en la esperanza de vida, pero existen tratamientos, junto a nuevas dianas terapéuticas, que nos orientan hacia un pronóstico cada vez más esperanzador.
En la etapa avanzada, el tratamiento habitual del tumor de ovario combina la intervención quirúrgica de resección óptima, cuando no hay enfermedad macroscópica visible, con la quimioterapia complementaria. Esta última incluye los antiangiogénicos que son unos agentes que impiden el crecimiento del tumor.
Por último, se administra una terapia de mantenimiento. La combinación de estos tratamientos ha conseguido que se incrementara la supervivencia libre de enfermedad en los casos severos y con alto riesgo de recaer.
Por otro lado, las nuevas dianas terapéuticas influyen positivamente en el pronóstico de las pacientes. Entre ellas se encuentran los inhibidores de la PARP, que es una enzima que subsana el daño de las células, por lo que al inhabilitarla se evita la reparación de las células cancerosas que, por tanto, mueren. A esto hay que añadir que cuando estas nuevas dianas se combinan con tratamientos de inmunoterapia, las probabilidades de mejora aumentan y se hace posible la curación de este cáncer en fase avanzada. Para poder elegir y aplicar las terapias correctas, actualmente es necesario determinar cuál es el estatus BRCA de la mujer en el momento del diagnóstico, con el objetivo de conocer si se trata de un cáncer hereditario o esporádico.
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