¿Es más saludable el tabaco de liar que el convencional?
Estos argumentos desmienten la falsa creencia de que el tabaco de liar y los vapeadores son más sanos que el tabaco industrial
Aunque es cierto que el número de fumadores en nuestro país ha disminuido en los últimos años, en gran parte gracias a las medidas legales y también a la crisis, lo cierto es que fumar sigue siendo un hábito muy arraigado en nuestra sociedad. Ahora también se tiende a sustituir el tabaco convencional por el de liar o los vaporizadores, apoyados por la convicción de que resultan menos dañinos para la salud.
Pues bien, esta idea es totalmente errónea. La doctora María Carmen Hernández García, especialista en el servicio de Neumología y directora médica del Hospital Quirónsalud Vitoria, nos afirma que existe el falso convencimiento de que el tabaco de liar es menos tóxico que el tabaco convencional, pero, en realidad, ambos son "claramente perjudiciales para la salud". Lo mismo sucede con el cigarrillo electrónico, que incluso se percibe equivocadamente como la forma sana de dejar de fumar.
De todo esto debatimos en este artículo, contándote lo que se ha observado en los últimos estudios.
Tabaco de liar o industrial, ¿qué es más sano?
Ninguno. Lo cierto es que, partiendo de la base de que ambos tipos de tabaco son dañinos para la salud, los cigarrillos de liar pueden contener más nicotina que los convencionales. En concreto, la doctora señala que "el tabaco de liar puede llegar a tener un 70% más de nicotina, 86% más de alquitrán y 84% más de monóxido de carbono que el tabaco convencional".
Otra característica del tabaco de liar es que no tiene que pasar por las mismas normas de elaboración. "El tabaco convencional está sometido a reglas de control de su contenido y modo de fabricación que no afectan al tabaco de liar, por lo que su composición es más aleatoria", nos explica la especialista en Neumología.
Recientemente, un estudio realizado en Barcelona con la participación de 2.500 fumadores midió la concentración de nicotina en saliva y se compararon los resultados entre fumadores de ambos tipos de tabaco. Esto permitió observar que los fumadores de tabaco de liar tenían una concentración de nicotina en saliva superior a los que fumaban tabaco convencional, incluso a pesar de fumar menos cantidad de unidades de tabaco al día.
Hay que tener en cuenta que la concentración de nicotina es más alta en el tabaco de liar por varias razones, por un lado, la falta de control de su composición y, por otro, la ausencia de filtro, algo que sí incluye el cigarro normal. Asimismo, el tabaco industrial está obligado a tener un diseño específico con estructuras de ventilación que favorecen la evaporación de algunos de los componentes.
A todo esto se añade que fumar tabaco de liar conlleva quemar más papel durante las caladas. La doctora no lo explica así: "Se quema una mayor cantidad de papel en cada calada, que aumenta la exposición al monóxido de carbono. Por tanto, la exposición a tóxicos inhalados es muy superior en el tabaco de liar que en el convencional".
¿Es más saludable el cigarrillo electrónico que el tabaco?
El uso de vapeadores o cigarrillos electrónicos es cada vez más habitual, y, en ocasiones, se percibe erróneamente como un tabaco más saludable o que incluso puede ayudar a dejar de fumar.
Se trata de dispositivos con una batería que calienta un líquido que suele estar compuesto por una mezcla de glicerina vegetal, propilenglicol, nicotina y saborizantes. A su vez, el líquido es conducido desde un reservorio a la bobina, donde se transforma en vapor por una mecha hecha de algodón, sílice o cerámica. La doctora nos aclara que "es cierto que los vapeadores contienen menos nicotina que un cigarrillo convencional, pero utilizan otros compuestos en su funcionamiento que son tóxicos a nivel del aparato respiratorio".
En Estados Unidos, en 2019 se evidenciaron casos de personas que ingresaban por cuadros de infiltrados pulmonares, con inflamación de ambos pulmones. En total se registraron 2.668 casos, y de ellos 57 fallecieron. "Todos ellos tenían en común el vapear y, al hacer los estudios, se concluyó que la causa de dicha inflamación eran los productos que se utilizaban para producir el vapeo, viéndose depósito de acetato de vitamina E en los pulmones de estos pacientes", matiza la doctora Hernández.
A partir de entonces, se han descrito distintos cuadros de reacción inflamatoria pulmonar, como neumonitis por hipersensibilidad, neumonía eosinófilo, neumonía organizada o neumonía lipoidea. A esto se suma otro riesgo de vapear que nos indica la experta: "El uso de saborizantes añade otro componente patológico, ya que al calentarse suelen producir diacetilo, producto tóxico que puede dar lugar a cuadros de bronquiolitis constrictiva asociada a veces a enfermedad intersticial".
En definitiva, aunque es cierto que los cigarros electrónicos contienen menos nicotina que el tabaco convencional, el uso de otros compuestos en estos dispositivos electrónicos resulta tóxico a nivel respiratorio. Otro detalle a tener en cuenta es que "se desconoce si las altas temperaturas que origina el vapeo a nivel de las vías respiratorias puede potenciar aún más el daño pulmonar", añade la experta.
Los efectos nocivos del tabaco en los pulmones
Como todos sabemos, con el hábito de fumar los pulmones son los más perjudicados de nuestro organismo, de forma directa o indirecta. El tabaco es un tóxico para el aparato respiratorio, pudiendo producir múltiples enfermedades.
De las consecuencias más graves, la doctora Hernández nos recuerda que "el tabaco es la primera causa de cáncer de pulmón, que se caracteriza por dar pocos síntomas de forma precoz, y los que aparecen, como tos, tienden a ser infravalorados por los fumadores". Esto lleva generalmente a diagnosticarlo en fases avanzadas.
Otra enfermedad que el tabaco puede causar en el pulmón es la EPOC o Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica, una patología irreversible que provoca el estrechamiento de las vías aéreas. Como consecuencia de ello, se disminuye la capacidad de que el aire entre en los pulmones. "Los pacientes van teniendo sensación progresiva de falta de aire, llegando muchos de ellos a precisar tener oxígeno en sus domicilios", apunta la doctora. Si se continúa con el hábito tabáquico, esta enfermedad puede continuar avanzando de forma imparable.
Hay que tener en cuenta que las primeras señales de la EPOC son tos, flemas por las mañanas y sensación de pitos en el pecho. Sobre esto, la neumóloga nos explica que "en un primer momento, se produce una inflamación en las paredes de los bronquios que, si no trata y se deja de fumar, progresará a obstrucción y desarrollo del EPOC". Por otro lado, tanto esta enfermedad como el cáncer de pulmón tienen una cierta predisposición genética, por lo que si existen antecedentes en la familia, el riesgo de desarrollarlas es mayor.
Por último, la experta añade que "el tabaco también aumenta el riesgo de infecciones respiratorias y neumonías al ir disminuyendo progresivamente las defensas del aparato respiratorio".
Consecuencias del tabaco en la fertilidad
Desde la Unidad de Reproducción Asistida del Hospital de Día Quirónsalud Donostia nos informan de que "el tabaco reduce de manera importante la fertilidad femenina y la masculina". Si el consumo es elevado y continuado, se alarga el plazo necesario para concebir: en los hombres se reduce la calidad de los espermatozoides y en las mujeres la reserva ovárica, y también disminuyen las tasas de éxito en caso de recurrir a la fecundación in vitro.
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