¡Ya están aquí las tardes de piscina! Ahora este lugar se convierte en uno de nuestros favoritos, donde pasamos tiempo en familia con los niños aprendiendo a nadar o chapoteando en el agua, y los padres y las madres intentando tomar un respiro frente a las altas temperaturas.

Lo cierto es que los niños y la piscina son una combinación que puede ser peligrosa y por eso requiere estar muy atento y, además, seguir unas precauciones, si no queremos llevarnos sustos. A esto hay que añadir otros consejos adicionales en el caso de que nuestro hijo tenga asma o hiperreactividad bronquial.

La razón es que, según nos explica Cristina Ortega Casanueva, especialista en alergología pediátrica, "el simple chapoteo en la piscina puede provocar una crisis de broncoespasmo en niños con asma". Los síntomas suelen ser los habituales de un ataque asmático:

  • Tos
  • Pitidos en el pecho
  • Fatiga al respirar

Familia en la piscinaFamilia en la piscina

Asma en la piscina: por qué ocurre y consejos

Existe el riesgo de que los niños, en especial los de menor edad, traguen o inhalen el agua de la piscina, provocando que las sustancias irritantes entren en contacto con su vía aérea originando una crisis.

Esta situación puede ocurrir por dos motivos:

  • Alto nivel de cloro o cloramina. La doctora nos explica que "las piscinas con exceso de cloro o cloramina pueden irritar la mucosa nasal y producir una rinitis, o moqueo constante, ya que, en elevadas concentraciones, estos productos desinfectantes resultan irritantes".
  • El niño lleva mucho rato dentro de la piscina. Sobre esto, la especialista puntualiza que, "aunque los niveles de cloro sean los adecuados, pasar demasiado tiempo en el agua puede producir los mismos efectos".

¿Cómo prevenir posibles sustos?

  • Es recomendable controlar el tiempo que está nuestro hijo en la piscina.
  • No olvidar la medicación en casa. Es aconsejable que los padres lleven el broncodilatador en todo momento y, en caso de niños muy pequeños, también la cámara espaciadora.
  • Ir solo a piscinas en las que se aplican las medidas de higiene correspondientes.

Natación y asma: ¿son incompatibles?

Aunque podamos pensar que los niños con asma no deben practicar un deporte como la natación, lo cierto es que pueden hacerlo sin problemas. "Los niños asmáticos pueden realizar cualquier deporte, incluida la natación", puntualiza la especialista quien añade que "tan solo es importante tener en cuenta estas pequeñas medidas para evitar exacerbar una crisis de asma". Además, nuestro propio juicio debe prevalecer, sabiendo diferenciar entre la práctica de un deporte de forma controlada y un tiempo exagerado de permanencia del menor dentro del agua que, tenga o no asma, tampoco debe ser excesivo.

Por último, la especialista insiste en una importante recomendación, dirigida a los padres y aplicable a los niños de cualquier edad, que consiste en: "Vigilancia en el agua y máxima seguridad para salvaguardar su integridad. Que la hora del baño sea un tiempo de diversión y dejemos los riesgos a un lado".

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