Actividades navideñas para realizar en familia
Anímate a este ocio seguro y saludable para motivar a los más pequeños durante las vacaciones
Llegan las vacaciones de los niños y, en ocasiones, sentimos que nos faltan ideas para entretener a los peques e incluso a nosotros mismos, así que acabamos recurriendo a las consolas, la televisión y otros dispositivos electrónicos para pasar el rato. Sin embargo, en casa podemos organizar actividades muy divertidas para toda la familia, y te lo vamos a demostrar proponiéndote varios planes para estimular la mente, el cuerpo, la creatividad y la comunicación. ¿Te animas?
Prepara un desayuno especial: tortitas navideñas
Aprovechando que los niños están de vacaciones, ¿por qué no ofrecerles un desayuno original a la vez que rico en fibra? La nutricionista Marta Barrena Campos, del Centro Médico Quirónsalud Tres Cantos y del Complejo hospitalario Ruber Juan Bravo, nos propone preparar las tortitas de avena con un toque navideño.
Ingredientes
- 1 huevo
- 1 manzana asada mediana, que también se puede sustituir por plátano u otra fruta
- 20 g de copos de avena (se puede usar también harina de avena)
- Canela (opcional)
- Toppings: chocolate negro fundido, arándanos, frambuesas…
Preparación de las tortitas de avena
- Pelamos y cortamos la manzana en trocitos y, seguidamente, los colocamos en un plato.
- Introducimos el plato en el microondas sin tapar, durante alrededor de 2 minutos a una potencia de 750w.
- Añadimos la canela a la manzana asada y la dejamos atemperar un poco para que no cuaje el huevo.
- Mezclamos la manzana asada, el huevo y los copos de avena usando la batidora de mano.
- Añadimos un poco de aceite de oliva en la sartén o en la crepera, y ¡vuelta y vuelta!
- Podemos sustituir la manzana por un plátano que se encuentre un poco maduro. En este caso, deberíamos trocear el plátano, mezclarlo junto al huevo y a los copos de avena con una batidora de mano, engrasamos la sartén con un poco de aceite o usamos la crepera, ¡y vuelta y vuelta!
- Por último, decoramos las tortitas de avena con chocolate fundido o frutos rojos. En este paso, podemos preguntar a los niños cómo las quieren o incluso darles unos toppings para que los coloquen ellos mismos y así se diviertan con la decoración.
Las tortitas de avena no son la única propuesta de nuestras nutricionistas para estas vacaciones de Navidad, también nos indican cómo elaborar en casa otros dulces ideales para estas fiestas, como el turrón, el roscón de Reyes… El hecho de cocinar en familia es una forma de entretenimiento divertida y saludable y, al mismo tiempo, se acumulan recuerdos bonitos.
Por otra parte, esta práctica puede ser beneficiosa para evitar el sobrepeso en los menores de edad, tal como se ha comprobado en recientes estudios. En este sentido, la doctora Sonia García Vizuete, jefa de servicio de Aparato Digestivo del Hospital Quirónsalud Sur, nos señala que, en 2017, "se analizó cómo las diferentes costumbres e implicación de las familias en la preparación de los alimentos, y el hecho de comer en familia, mejoraban la tasa de obesidad infantil". De hecho, en este primer estudio realizado en un país anglosajón, "encuentran menos niños obesos en las casas en las que se cocina cotidianamente, la comida es ‘casera’, se comen pocos productos precocinados y se suele comer o cenar en familia".
Lectura de cuentos o historias en familia
Las vacaciones son un buen momento para fomentar la lectura infantil, que, a su vez, ayuda a su estimulación psicomotor. Para ello, es importante que los menores participen en la selección del libro. Así nos lo recomienda la psicóloga Paloma Méndez de Miguel, del Hospital Quirónsalud San José y de Hospital Universitario Quirónsalud Madrid, quien nos apunta que "la mejor manera de que los niños lean es dejarles que puedan elegir y seleccionar lo que quieren leer".
Además, podemos contribuir al desarrollo psicomotor de los niños más pequeños, de 3 a 5 años, leyendo el cuento con ellos y, después, preguntándoles cosas fáciles de lo que hemos leído. Al mismo tiempo, es importante aclararles qué significan las palabras que no entienden.
Igualmente, podemos incluir un libro o un cuento en la carta de Papá Noel y los Reyes Magos, junto a otros regalos saludables. Precisamente, esto forma parte de las claves para evitar el síndrome del niño hiperregalado, ya que es un regalo útil.
Cabe añadir que los beneficios de la lectura también son evidentes en los adultos, puesto que ayuda a trabajar el recuerdo y, en consecuencia, cuida la salud del cerebro. Al respecto, desde Quirónprevención nos explican que "a través de los personajes, de los lugares que visitan y de las emociones que trasmiten, se desarrolla la corteza cerebral, y cuando cada día se ha de recordar en qué punto se dejó la lectura, se trabaja la memoria".
Los beneficios de jugar
Además de cocinar y leer, es fundamental jugar en familia por las ventajas que aporta en los menores, especialmente entre los 3 y 5 años. En el proyecto Kenko, la página web especializada de Pediatría de Quirónsalud, nuestros especialistas nos destacan que "los juegos tienen un importante papel en esta etapa del desarrollo infantil", por lo que pueden utilizarse como forma de:
- explorar lo que les rodea
- favorecer su desarrollo psicomotor
- promover vínculos de afecto con la familia
- desarrollar la imaginación
- obtener competencias y conocimientos
- conocer mejor al menor y sus gustos
- incorporar normas y límites a la conducta mediante el juego
Entre las actividades que nos proponen nuestros pediatras se encuentran:
Colorear y dibujar
Colorear es una actividad que les encanta desde que son muy pequeños y que no tiene por qué hacerse aburrida al crecer. Hay dibujos para todas las edades, que podrás encontrar fácilmente en internet o comprarles un cuadernillo. Se lo pasarán pipa coloreando a Papá Noel, árboles de navidad, los reyes magos, paisajes navideños… Diles que te ayuden a buscar los que más les gusten y poneos manos a la obra.
También podemos animarlos a que dibujen lo que quieran en un papel, y cuando son más mayores, a partir de los 5 años, podemos pedirles que hagan dibujos relacionados con los cuentos que estamos leyendo en las vacaciones, y que además nos expliquen qué han dibujado.
Juegos de rol
Dependen de la edad del niño, por ejemplo, a los tres años podemos jugar a imitar sonidos de animales, mientras que a los 5- 6 años el juego de rol puede simular situaciones del colegio, de la casa…, también es recomendable preguntarles qué hace su personaje.
Actividades físicas en casa
Podemos buscar actividades que nos hagan mover el cuerpo y sumar horas de ejercicio, como, por ejemplo, juegos de pruebas en los que los niños tengan que saltar con una o dos piernas, correr o realizar equilibrios como imitar que están andando por una cuerda floja; también podemos jugar al pilla-pilla o utilizar la pelota…
El uso de videojuegos y dispositivos electrónicos
Para evitar que pasemos demasiadas horas delante de las pantallas, debemos tratar de limitar las horas de su utilización y diversificar las actividades durante las vacaciones. La psicóloga Méndez de Miguel nos aconseja:
- Fijar un horario para evitar estar pendiente de los dispositivos electrónicos todo el momento.
- Silenciar los móviles en casa y mantenerlos lejos cuando compartimos actividades en familia.
- Buscar alternativas de entretenimiento.
- Ser un ejemplo, ya que los niños tienden a imitar lo que ven.
En el caso de los videojuegos, el uso abusivo en vacaciones puede hacer que los menores se muestren irritados, se aíslen, eviten la interacción social y no realicen actividades físicas, entre otros efectos. Para evitarlo, debemos guiar a los niños, proponiéndoles otras actividades, limitando el tiempo de los videojuegos, pactando con ellos una serie de normas para su uso y colocando el espacio de juego en un lugar que sea visible.
Estimula tu mente en vacaciones
El entrenamiento mental puede ocupar una parte de nuestras vacaciones, y lo mejor es que estas actividades pueden realizarse de manera individual o acompañados por los niños más mayores o adolescentes.
- Juegos de mesa, por ejemplo, las cartas, el dominó, el parchís, el ajedrez, el juego de la oca… son actividades que podemos realizar en familia y que, a su vez, favorecen la concentración, la atención y la socialización, lo que es beneficioso para trabajar la memoria.
- Las adivinanzas de películas y de personajes son una buena manera de trabajar la memoria de forma divertida. Asimismo, podemos proponerles jugar a crear palabras.
- Los crucigramas también son una buena opción. De este modo, fortalecemos el lenguaje y ejercitamos el recuerdo.
En cualquier caso, se trata de disfrutar de las vacaciones de Navidad de manera saludable, escogiendo las actividades que más gusten a toda la familia, y no caer en el aburrimiento.
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