Todo lo necesita tu piel frente al frío, ¡protégela!
Te decimos cómo evitar que las bajas temperaturas dañen tu piel: alimentación, hidratación, fotoprotector y vida saludable
Aunque lo más frecuente en invierno con la llegada de temperaturas tan bajas es preocuparse por las enfermedades propias de la época como los catarros, gripes, patologías respiratorias y demás, lo cierto es que hay otros órganos de nuestro cuerpo que también sufren muy especialmente esos días en los que el termómetro cae en picado.
Por ejemplo, la piel es una de las grandes perjudicadas en estas fechas. De hecho, ¿quién no ha oído la expresión "hace un frío que pela"? Pues bien, esto lo que quiere decir es que el frío intenso puede provocar los mismos efectos en la piel que las propias quemaduras del sol, causando incluso que esta llegue a desprenderse.
Si quieres prevenir la piel agrietada y apagada en invierno, toma nota de las recomendaciones de nuestros dermatólogos.
Por qué la piel está más seca y pálida con el frío
El doctor Tomás Toledo Pastrana, dermatólogo y cirujano de Mohs de los hospitales Quirónsalud Infanta Luisa, Sagrado Corazón y Córdoba, nos recuerda que la piel debe estar igual de protegida en verano y en invierno. "Lo que ocurre cuando la piel se expone al frío es que, con el fin de mantener los órganos internos a la temperatura necesaria para su correcto funcionamiento, se produce vasoconstricción cutánea, y esto origina un descenso de la temperatura de la piel, que a su vez reduce su movilidad y elasticidad".
La doctora María José Espiñeira Carmona, especialista en Cirugía Plástica, Estética y Reparadora del Hospital Quirónsalud Córdoba y del Centro Médico Quirónsalud Jaén, también insiste en cuidar la piel en invierno: "existen factores asociados a esta época del año que afectan de forma negativa a la dermis, como las bajas temperaturas, la escasa humedad ambiental, el calor seco de las calefacciones y los cambios bruscos de temperatura".
Hay que tener en cuenta que con la bajada de temperaturas la piel sufre sequedad, grietas y descamación, y además se nota más pálida. La deshidratación se produce por la menor producción de grasa en invierno, mientras que la palidez está originada porque los capilares se contraen con el frío.
Como es natural, las zonas de la piel más afectadas son las que están más tiempo en contacto con el aire, como la cara, las manos, el cuello y el escote, que son las que más sufren y las más sensibles. También la nariz y las orejas son especialmente delicadas, ya que su vascularización es menor y, por tanto, debemos protegerlas del frío aún más.
La importancia de la dieta para la piel
Una alimentación saludable es un gran aliado para vernos y sentirnos bien. Lo primero que nos señala el experto es que, al igual que en verano, debemos mantenernos bien hidratados en invierno.
Por otro lado, el consumo de legumbres, cereales, hortalizas, frutas y verduras nos aportará la cantidad de vitaminas y antioxidantes necesarios para mejorar los mecanismos de defensa naturales y disminuir los daños sobre la piel.
Los hábitos de higiene más adecuados en invierno
¿Subes la temperatura del agua de ducha en invierno? Al contrario de lo que pueda parecer, o apetecer, los baños con agua excesivamente caliente no son buenos. Lo ideal es el agua tibia y el uso de jabones suaves, ricos en lípidos y con pH ligeramente ácido o neutro.
La fotoprotección, imprescindible todo el año
En verano cada vez existe una mayor concienciación acerca del uso de la crema solar, pero, en cambio, prescindimos de ella durante los meses de invierno, lo que es un error. El doctor nos advierte que "a menudo nos olvidamos de que el sol también puede quemar en esta época del año, y es frecuente que aparezcan quemaduras solares por haber pasado mucho tiempo al sol sin haber sentido un calor excesivo".
Cabe destacar que el riesgo de sufrir quemaduras solares es todavía mayor en la montaña. Así que, si vas a disfrutar de la nieve, lleva el protector. Esto se debe a que con la altitud hay un menor espesor de atmósfera y el hielo puede reflejar la radiación, por lo que nuestra piel estará más expuesta a los rayos.
Hidratar la piel en invierno
La hidratación del cuerpo es vital para mantener la piel sana. Para ello, la especialista nos recomienda utilizar una crema emoliente con lanolina y urea. Recuerda poner especial atención a las zonas más sensibles a las bajas temperaturas como las manos y la cara.
Vida sana, en general
Seguir un estilo de vida saludable es muy beneficioso para la salud en general y, en particular, para nuestra dermis. Entre las pautas más beneficiosas para lucir una piel bonita y sana en invierno destacan:
- Respetar unas horas de sueño adecuadas
- Practicar ejercicio de forma regular
- Evitar el estrés
- Evitar el consumo de alcohol
- No fumar
Luz pulsada intensa o IPL, perfecta en invierno
Si estás pensando en realizarte un tratamiento dermatológico, la luz pulsada intensa o IPL puede ser la solución que estás buscando. De hecho, está indicado sobre todo en el periodo invernal porque es preferible no tener la piel bronceada para aplicarlo.
En concreto, este procedimiento emite una fuente de luz policromática para lograr el efecto de despigmentación intensiva. Sus beneficios van desde corregir manchas solares hasta reducir los signos de la edad en el rostro.
Orientador de salud personal
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