¿El marisco es malo para el colesterol?
Conoce las propiedades del marisco y otras curiosidades de este alimento
El marisco se considera el plato estrella de las Navidades, así como en otras celebraciones especiales. Pero, lamentablemente, en torno a este alimento existe la falsa creencia de que su consumo es malo para el colesterol, provocando que muchas personas con este problema lo eliminen totalmente de su dieta. ¿Cuánto hay de cierto en ello? Respondemos a esta pregunta y te contamos otras curiosidades del marisco.
Beneficios de consumir marisco
Nuestros especialistas en Endocrinología y Nutrición del Centro Médico Quirónsalud Tres Cantos nos destacan que "el marisco es una fuente elevada de proteínas de alto valor biológico, minerales y ácidos grasos poliinsaturados".
En general, el marisco está compuesto por aproximadamente 80% de agua y 15% de proteínas, aunque estas cifras varían según la especie. Además, aporta:
- Pocos hidratos de carbono, como ocurre con el pescado.
- Ácidos grasos poliinsaturados omega-3.
- Minerales, sobre todo calcio, sodio, fósforo, potasio y magnesio. La cantidad de hierro depende de la especie del marisco, por ejemplo, las ostras son altas en hierro, calcio y zinc.
- Vitaminas liposolubles e hidrosolubles, entre las que destacan las vitaminas A, D, E y algunas del grupo B, como, por ejemplo, tiamina, niacina y vitamina B12.
- Menos calorías en comparación con el pescado. Esto se debe a que el marisco contiene menos grasa.
¿Cómo se clasifica el marisco?
- Moluscos. La mayoría se caracteriza por tener un cuerpo blando que está cubierto por una concha o un caparazón. A este grupo pertenecen las almejas, las ostras, los mejillones… que, al mismo tiempo, se clasifican según la concha. También existen moluscos denominados cefalópodos cuya concha se localiza en su interior, como, por ejemplo, la sepia, el calamar y el pulpo.
- Crustáceos. Están totalmente cubiertos por un caparazón, como la langosta, el langostino, la cigala, el bogavante, el centollo, la nécora, el percebe…
El marisco y su relación con el colesterol
La creencia de que el marisco es malo para el colesterol está muy extendida en la sociedad, pese a que es falsa. En este sentido, nuestros endocrinos nos señalan que "el marisco disminuye el colesterol en sangre cuando sustituye a los alimentos de origen animal: los esteroles marinos compiten con el colesterol para la absorción intestinal".
Además, desde el servicio de Endocrinología, diabetes y nutrición del Complejo hospitalario Ruber Juan Bravo añaden que "la cantidad de colesterol que nos proporcione variará en función de la alimentación que haya tenido el marisco en concreto".
Sin embargo, sí es aconsejable no consumir las cabezas de los mariscos porque así se evita la gran parte del colesterol que contienen.
Precauciones con el marisco
Es importante tener cuidado cuando se manipula o se prepara el marisco. Al respecto, nuestros endocrinos del Complejo hospitalario Ruber Juan Bravo nos explican que "su consumo puede conllevar distintos riesgos higiénico-sanitarios porque puede ser vehículo de microorganismos, toxinas y parásitos".
Por otra parte, cabe recordar que algunos adultos pueden sufrir una reacción alérgica al consumir marisco, olerlo durante la cocción o entrar en contacto con este alimento. Para evitarlo, la doctora Ana Pérez Montero, jefa del servicio de Alergología del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid, nos recomienda que "si un paciente es alérgico al marisco lo ideal sería que no se comiera en esa casa por el riesgo que conlleva posibles reacciones".
Los síntomas de la alergia al marisco son:
- Urticaria
- Angioedema, que es un tipo de edema en la piel
- Falta de aire
- Anafilaxia
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