Cómo prevenir la transmisión del virus VIH

Según los últimos datos de la Organización Mundial de la Salud, hay 39 millones de personas infectadas con el virus de la inmunodeficiencia humana o VIH en el mundo. Se trata de una infección que ataca al sistema inmune perjudicando las defensas del cuerpo frente a otras infecciones. En estados avanzados, puede evolucionar a una grave enfermedad: el SIDA.

Afortunadamente, las cifras de nuevos casos empiezan a estabilizarse, pero esto no puede hacernos olvidar la importancia de frenar la trasmisión del VIH. Y más teniendo en cuenta que, en la actualidad, se observa una creciente despreocupación por los factores de riesgo en la transmisión de infecciones sexuales.

Descubre todas las recomendaciones y tratamientos para protegerse del VIH y el SIDA, ya sea antes o después de una práctica de riesgo.

¿Cómo se transmite el VIH?

Este virus se puede encontrar en diferentes líquidos corporales como el semen, la sangre, la leche materna o los fluidos rectales, vaginales y orales. Y se puede contraer al entrar en contacto con estos líquidos, lo que puede ocurrir al mantener relaciones sexuales sin protección, usar agujas contaminadas, o también durante el parto o la lactancia.

El doctor Miguel de Górgolas Hernández-Mora, jefe de Checkpoint Unidad de Enfermedades Infecciosas del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz, nos explica que "la tendencia en el número de nuevas infecciones está estabilizada, pero no desciende todo lo rápido que fuera deseable, teniendo en cuenta que, en la actualidad, sabemos que los pacientes que reciben un tratamiento eficaz no transmiten la infección".

Infografía con medidas de prevención y los principales síntomas del VIH

Medidas de prevención de VIH

En nuestro día a día podemos adoptar una serie de hábitos o conductas para no contraer el VIH. Los doctores Eloy Espín Basany y Sebastiano Biondo, especialistas en Coloproctología del Centro Médico Teknon, nos destacan las recomendaciones básicas que debemos seguir:

• Usar preservativos durante las relaciones sexuales. Para mantener relaciones seguras es importante utilizar protección, ya sea en penetraciones con la vagina, el ano o la boca. Así, además, prevenimos otras infecciones de transmisión sexual como el papiloma humano.

• No compartir agujas, jeringas y el resto de material de inyección; es imprescindible que sean de un único uso y asépticos.
• Realizar revisiones de VIH y otras ITS, infecciones de transmisión sexual, de forma periódica. Hay que recordar que pueden ser asintomáticas, lo que retrasa el diagnóstico.
• Solicitar tratamientos médicos antes o después de un contacto de riesgo. Adicionalmente existen dos terapias orientadas a la prevención del VIH. Por un lado, la profilaxis preexposición o PrEP, que se administra antes de una práctica de riesgo; y, por otro, la profilaxis post-exposición, que se administra inmediatamente después de una relación sexual de riesgo.

Tratamiento médico antes de una práctica de riesgo de VIH

Se trata de la profilaxis preexposición o PrEP, que está dirigida a personas seronegativas, sin el virus, que están expuestas a un mayor riesgo de ser infectadas a través de relaciones sexuales o por la utilización de drogas inyectables.

Este tratamiento consiste en la toma de un fármaco diario para prevenir la transmisión del virus VIH, siguiendo las indicaciones marcadas por un especialista, quien valora cada caso. El doctor Górgolas nos explica que "la profilaxis preexposición es una herramienta para la prevención de la infección del VIH que ha demostrado su eficacia y seguridad en diferentes ensayos clínicos". De hecho, se estima que consigue disminuir en un 85% la probabilidad de contraer el VIH a través de contactos sexuales.

Cabe advertir que este tratamiento no sirve para la prevención de otras infecciones de transmisión sexual. Por eso, el uso del preservativo es el método seguro para protegerse durante las relaciones sexuales.

Terapia inmediata después de una relación sexual sin protección

El tratamiento de profilaxis post-exposición, o TPE, debe administrarse tras una relación de riesgo. Concretamente, debe aplicarse antes de que trascurran 72 horas desde la práctica sexual sin protección, y generalmente se prolonga su administración durante 28 días. Además, es necesario el acompañamiento de un equipo especializado que evalúe el caso del paciente y realice las pruebas oportunas.

Embarazo y VIH

En determinados casos de embarazadas portadoras del virus es posible que el equipo especializado recomiende seguir el tratamiento de post-exposición para evitar la transmisión al bebé durante el parto.

Por eso, es importante detectar cuanto antes la presencia de este virus. La doctora Laura Prieto Pérez, especialista en Urgencias del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz, nos señala que "si la madre conoce el diagnóstico y sigue bien el tratamiento, no existe riesgo de transmisión al neonato".

No obstante, es fundamental contactar con especialistas que evalúen el caso de la paciente, indicándole de esta forma el tratamiento más adecuado.

¿Cómo saber si tengo VIH?

La detección precoz del virus se incluye entre las medidas para frenar la transmisión del VIH. Sin olvidar que su diagnóstico permite empezar el tratamiento lo antes posible, lo que evita que la infección empeore. Además, se detecta muy fácilmente a través de un análisis de sangre específico o una prueba del VIH en la que se frota la piel del interior de la boca.

Medidas de prevención del VIH

Cabe añadir que, actualmente, hay unidades especializadas en infecciones de transmisión sexual. Es el caso de la unidad de Checkpoint del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz que se ha puesto en marcha recientemente con el objetivo de prevenir, detectar, diagnosticar y tratar estas enfermedades, añadiendo el acompañamiento de los especialistas.

Recomendaciones para vivir con el VIH

Hoy en día la infección de VIH se puede considerar una enfermedad crónica. Gracias a las novedades en los tratamientos y el seguimiento médico, se puede conseguir una mejor calidad de vida.

En general, se recomienda a las personas portadoras del VIH que incorporen hábitos saludables para evitar contraer otras infecciones. En este sentido, los especialistas en Coloproctología recuerdan la importancia de lavarse las manos con frecuencia, especialmente después de ir al servicio u otras situaciones en las que hay probabilidad de contaminación. También aconsejan estar al día con las vacunas y evitar el contacto con pacientes con infecciones agudas activas.

Igualmente, es vital seguir un estilo de vida saludable, sin tabaco ni drogas, y practicar ejercicio físico. "Una vida sana y equilibrada es la clave para mantenerse fuera de peligro", añaden. Esto, junto al seguimiento de profesionales de otras áreas, permiten una mejoría en la calidad de vida de las personas portadoras del VIH.

Por último, el doctor Górgolas subraya lo más importante para evitar el avance de este virus: "Diagnosticar y tratar lo antes posible, aunar esfuerzos para atender, acompañar y mejorar la calidad de vida de estas personas y, lo más importante: prevenir, el primer paso para combatir cualquier enfermedad".