Dolor, cansancio y otros efectos de la fibromialgia
Conoce esta enfermedad crónica que llega a incapacitar
El 2,4% de la población española padece fibromialgia, una enfermedad crónica que causa un dolor musculoesquelético crónico, además de otros síntomas que llegan a incapacitar a las personas que la padecen. Es más común en mujeres y suele aparecer entre los 40 y los 49 años.
El diagnóstico de la fibromialgia es complejo, ya que puede confundirse con el cansancio común, y requiere analizar cada caso de manera exhaustiva. El doctor Manuel Romero Jurado, jefe de servicio de Reumatología del Hospital Quirónsalud Córdoba, nos indica que "el éxito de una evolución favorable en el tratamiento de la fibromialgia se encuentra en realizar un abordaje integral y personalizado de cada paciente".
Fibromialgia: cuál es el origen
Hasta el momento no existe evidencia científica acerca de la causa exacta de la fibromialgia, según nos explica nuestro doctor: "La teoría más aceptada es la que indica que se produce un problema en el mecanismo de transmisión del dolor al sistema nervioso central, que se conoce como fenómeno de ‘sensibilización central’". Así que las personas con fibromialgia sienten el calor, el frío y la presión, entre otros estímulos del exterior, como si fueran dolorosos. A esto se añade que el sistema analgésico del cuerpo, que controla el dolor, no responde de manera eficaz.
Se estima que esta sensibilización central surge a causa de un desencadenante, ya sea físico o psíquico, en personas con predisposición genética que presentan algún factor de riesgo, como los antecedentes en la familia o el dolor de cabeza o de columna continuo.
Por otra parte, nuestro doctor apunta que "también se han detectado cambios en el funcionamiento de los receptores periféricos en las articulaciones y músculos, así como desequilibrios en las concentraciones de algunos neurotransmisores en el sistema nervioso central". A través de la resonancia magnética funcional y la tractografía, que son pruebas de imagen, se pueden comprobar las alteraciones de las estructuras cerebrales y la hiperactividad de las áreas involucradas en el dolor y las emociones. Igualmente, en las personas con esta enfermedad se observa una mayor segregación de cortisol, que es la hormona que se genera a causa del estrés, lo que parece indicar que estas personas pueden tener una alta sensibilidad a circunstancias potencialmente estresantes.
Cómo saber si tengo fibromialgia
Nuestro especialista describe que "la fibromialgia es una enfermedad que produce una gran variedad de síntomas en los pacientes que la padecen, físicos y emocionales, pudiendo manifestarse al mismo tiempo o de manera gradual".
Entre las señales más comunes están:
- Dolor generalizado
- Cansancio
- Rigidez articular
- Dificultad para concentrarse
- Sensación de pérdida de memoria
- Depresión
- Ansiedad
- Hormigueos, ardores, escalofríos y entumecimiento localizados sobre todo en los brazos y las piernas
¿Existe una prueba diagnóstica?
No. La fibromialgia se diagnostica a través de los síntomas, "ya que no contamos con ninguna prueba específica", matiza nuestro doctor. Para ello, es importante realizar un completo estudio de cada caso, que permite descartar otras enfermedades.
Recomendaciones para la fibromialgia
Nuestro especialista destaca que "se trata de una enfermedad crónica y mantenida en el tiempo, persistente a lo largo de los años, que evoluciona por brotes relacionados con factores desencadenantes como esfuerzos físicos, situaciones de estrés y cambios estacionales".
Por eso, es fundamental que el tratamiento se dirija a aliviar los síntomas comunes, incluyendo no solo la medicación sino también las pautas no farmacológicas, como, por ejemplo:
- Realizar ejercicio. Practicar actividades aeróbicas con regularidad, por ejemplo, caminar, montar en bicicleta o nadar, porque ayudan a mejorar el dolor, el cansancio y la función física. Eso sí, nuestro doctor nos aconseja que "el tipo e intensidad del ejercicio deben ser individualizados".
- Atención al estrés. Nuestro especialista recomienda "llevar una vida tranquila y relajada, evitando situaciones de estrés".
- Evitar las comidas copiosas. Es preferible no realizar grandes comidas o que contengan demasiados azúcares y grasas.
- No beber alcohol.
- No fumar.
- En casos más graves, es recomendable combinar medicación, psicoterapia, terapia física controlada y rehabilitación, entre otros especialistas.
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