Cada año se producen en España entre 110.000 y 120.000 casos de ictus, una cifra que podría aumentar en los próximos años debido a la mayor esperanza de vida de la población.

Las personas que han sufrido un ictus pueden ver afectada el habla o la movilidad, entre otras secuelas. Por eso, en el tratamiento de rehabilitación participan varias especialidades, como enfermería, rehabilitación, logopedia o fisioterapia, con el objetivo de que se pueda recuperar la vida anterior en la medida de lo posible.

La doctora Raquel Cutillas Ruiz, jefa asociada de Rehabilitación del Hospital Universitario Fundación Jiménez DíazEste enlace se abrirá en una ventana nueva, asegura que "es fundamental que el tratamiento de las distintas terapias se coordine y dirija a alcanzar objetivos muy individualizados para cada uno de los pacientes".

Conoce más sobre los cuidados después de sufrir un ictus, así como las indicaciones para la vuelta a casa.

¿Sabrías identificar un ictus?

El tiempo de actuación es vital, ya que las secuelas físicas pueden agravarse si no se actúa rápido. En ello insiste la doctora Araceli García Torres, médico adjunto de Neurología del mismo centro hospitalarioEste enlace se abrirá en una ventana nueva: "Para que la sociedad sea consciente de la gran importancia del diagnóstico precoz, es necesario que se conozcan los principales síntomas de alama de un ictus, y así favorecer que se avise a los servicios de emergencia con la mayor rapidez posible".

Entre los síntomas de alerta del ictus se encuentran:

  • Cambios en el habla
  • Alteraciones en la pronunciación
  • Asimetría en la cara
  • Debilidad en las extremidades, como los brazos
  • Pérdida de sensibilidad
  • Problemas de equilibrio
  • Visión doble
  • Pérdida repentina de la visión

Ante estos indicios de ictus, lo más recomendable es llamar al número de emergencias 112 y explicar la situación.

Cuidados personalizados de sufrir un ictus

Lamentablemente, el ictus puede causar algún tipo de discapacidad o secuela física, como dificultad para hablar, inmovilidad de brazos, piernas o zonas de la cara. Esto puede variar en cada persona, por lo que es importante analizarlo de forma individualizada, y además incluir varias especialidades para su recuperación.

Enfermería para evitar complicaciones graves

Desde enfermería se encargan de valorar cada paciente y atender sus necesidades. María del Carmen Pajuelo, enfermera del mismo centro hospitalario, hace hincapié en la importancia de evitar complicaciones adicionales: "Por ejemplo, tratar correctamente la disfagia para evitar broncoaspiraciones e infecciones tipo neumonía, promover la movilización temprana para evitar rigideces o favorecer los cuidados del lado parético".

Otro punto importante es que la persona que ha sufrido el ictus sea consciente de lo que ha pasado. En concreto, la enfermera apunta que "los pacientes deben tomar conciencia de lo ocurrido y aceptar su nueva situación, identificando, de la mano del especialista, el grado de dificultad al que deben enfrentarse tras los daños y alteraciones sufridas".

Rehabilitación para conocer la evolución después del ictus

Desde esta especialidad se analiza el progreso del paciente después del ictus cada semana o de forma periódica. La doctora Cutillas nos señala todo lo que tienen en cuenta para ello: "Cómo se van adquiriendo los objetivos, individuales y globales, intentamos que todas las terapias vayan dirigidas a obtener los mismos objetivos, o si existe alguna dificultad durante el tratamiento".

Asimismo, se incluyen otros aspectos de carácter más personal, como la motivación, el apoyo de la familia o la circunstancia social.

Logopedia para facilitar la comunicación tras el ictus

Con frecuencia el ictus afecta al lenguaje. Por eso, la logopedia se considera un área fundamental para el tratamiento de esta enfermedad. Aitor Belandia Vellisca, especialista en Logopedia del mismo centro hospitalario, nos indica los problemas más frecuentes relacionados con el ictus, como "disfagia, disartria, parálisis facial, disfonía, dificultades de memoria, atención, fatigabilidad, frustración y afasia comprensiva, expresiva o afasia global".

Cuidados después de sufrir un ictusCuidados después de sufrir un ictus

Desde la logopedia se valora cómo ha afectado el ictus a nivel del lenguaje expresivo y comprensivo. Después, se marcan objetivos personalizados para continuar en casa, tal como señala el logopeda: "Esto nos permitirá dar pautas individualizadas al paciente y a sus familiares para complementar el tratamiento en el domicilio".

Hay que tener en cuenta que la persona que ha sufrido un ictus tiene capacidad de pensamiento, por lo que debemos tratarle con normalidad e incluso permitirle que participe en las decisiones familiares. En este punto, el logopeda insiste en la importancia de que sienta que la alteración de la comunicación no cambia la percepción que el entorno tiene de él.

Otro consejo para mejorar la comunicación consiste en dejar un tiempo para que el paciente pueda entender el mensaje y contestar. El especialista nos lo explica así: "Durante las conversaciones se debe dar tiempo de respuesta de aproximadamente 30 segundos para que el paciente tenga el tiempo suficiente de comprender la información que recibe y de elaborar el mensaje que quiere transmitir: esto evitará, además, que se frustre".

También hay que propiciar un entorno adecuado para la conversación. "Se debe preparar el ambiente, procurando que sea tranquilo, silencioso y con pocas distracciones para favorecer la atención", recomienda el experto.

Fisioterapia y otras recomendaciones en casa

Los ejercicios forman parte del tratamiento del ictus, por lo que debemos seguir realizándolos en casa. Desde Fisioterapia se indican los más recomendados y otras indicaciones respecto a la postura.

Otras recomendaciones para la vuelta a casa después del ictus son:

  • Adaptar la vivienda para prevenir las caídas, por ejemplo, quitar alfombras y adecuar espacios como la ducha o el baño.
  • Controlar la postura.
  • Evitar la falta de movilidad del paciente.
  • Relacionarse con el paciente desde el lado afectado, ya sea derecho o izquierdo. Esto favorece la estimulación del campo visual durante la comunicación diaria.
  • Permitir que participe en tareas como vestirse, comer o asearse.
  • Asegurar el servicio de teleasistencia en caso de percances.
  • Mantener el contacto con el médico de familia.
  • Seguir realizando los ejercicios y otras recomendaciones de los especialistas tras el alta hospitalaria.

Por último, no conviene olvidar que en nuestras manos está la prevención de los factores de riesgo del ictus, lo que también es fundamental, tal como apunta la doctora García: "La mayoría de los ictus pueden prevenirse controlando unos pocos factores, principalmente la tensión arterial, los niveles de azúcar y colesterol y el peso, realizando actividad física y evitando el consumo de tabaco y alcohol".

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