Cómo tratar un esguince de tobillo
Consejos para cuidar esta lesión tan frecuente en verano, y cómo aplicar frío o calor de forma adecuada
El esguince de tobillo es un accidente muy típico de verano, que puede llegar a arruinar las vacaciones. El uso de tacones u otro calzado inadecuado, los giros bruscos o saltos en ciertos deportes o una mala pisada pueden propiciar esta lesión.
El doctor Rodrigo Díaz Fernández, jefe de la Unidad de Pie y Tobillo del Hospital Quirónsalud Valencia, nos indica que "el tratamiento del esguince de tobillo depende de la gravedad de la lesión, si bien inicialmente va a ser conservador mediante inmovilización, fisioterapia, etc., en algunos casos puede considerarse la cirugía de entrada". Esta intervención también se tiene en cuenta cuando se cronifica e interfiere en la rutina.
En este artículo te contamos cómo actuar ante una torcedura de tobillo, y te indicamos cuándo se recomienda aplicar frío o calor en zonas doloridas.
Esguince de tobillo: qué hacer
El doctor Díaz nos explica que "cuando el tobillo fuerza su posición normal se produce un esguince, lo que puede provocar que uno o más de los ligamentos se estiren o se desgarren en forma total o parcial". Como consecuencia de ello, se producen síntomas de más o menos gravedad, como dolor, hinchazón, cojera y, en algunos casos, problemas para caminar.
Cuando se trata de esguinces leves, es necesario inmovilizar la zona con un vendaje y guardar reposo durante los dos o tres días siguientes. La pierna debe permanecer elevada con el tobillo a la altura del corazón o por encima de este para evitar que se inflamen el pie y el tobillo.
Otra medida básica es aplicar hielo en la zona dolorida. En este sentido, desde el Hospital Quirónsalud Toledo nos recomiendan, en primer lugar, meter el hielo en una bolsa y, después, colocar un paño en la piel para evitar el contacto directo. Otro consejo es utilizarlo durante 20 minutos y repetirlo hasta cuatro veces al día.
Durante la noche, es probable que se sienta dolor y otras molestias, que no dejan descansar bien. Para prevenirlo, se puede consultar con los doctores la toma de analgésicos durante los primeros días.
Por otra parte, en cuanto sea posible, nuestros especialistas nos aconsejan ir apoyando el pie poco a poco, mientras se realizan pasos cortos sin cojear. Con el tiempo se podrá soportar más carga.
Durante el tiempo de recuperación, se aconseja prescindir de zapatos abiertos o con tacón; y si se va a realizar ejercicio, puede ser útil el uso de tobilleras durante las semanas que indiquen los doctores.
Ejercicios para el esguince de tobillo
En casa, se pueden realizar algunos ejercicios de rehabilitación del tobillo durante los primeros diez días como nos describen nuestros especialistas en el Hospital Quirónsalud Toledo. Los pasos a seguir son:
- Poner frío en la zona durante 10 minutos antes de comenzar con los ejercicios.
- Estirar el tobillo. Para ello se debe mover el pie hacia adelante o hacia atrás. Un truco para facilitar este ejercicio consiste en usar una toalla que permita tirar del antepié.
- Sentarse en una silla y dibujar las letras del alfabeto en el aire con los dedos de los pies.
- Presionar una pelota de tenis con la planta del pie y moverla de un lado al otro.
- Empujar hacia arriba un objeto fino con el dorso del pie.
- Empujar un objeto de más peso con los dos lados del pie y moverlo de derecha a izquierda.
- Presionar la pared con el borde externo del pie.
- Elevar el tobillo y aplicar frío durante un cuarto de hora para concluir los ejercicios.
Cuándo utilizar frío o calor en esguinces de tobillo
Ante una lesión, ¿es mejor poner frío o calor sobre la zona dolorida? El doctor Ghassan Elgeadi Saleh, jefe de servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología del Hospital Quirónsalud San José, nos resuelve esta duda frecuente: "Como regla general el hielo es para las lesiones recientes, también conocidas como agudas, y el calor se aplicaría en molestias crónicas y dolores musculares".
Por lo tanto, en el caso de los esguinces de tobillo o contracturas, se aconseja aplicar hielo durante los 2 o 3 primeros días. Una vez trascurrido este tiempo, se debe usar termoterapia, que utiliza calor, lo que permite relajar la tensión muscular y el espasmo. Sobre esto, el doctor Elgeadi añade que "la aplicación de un calor confortable ayuda a relajar el sistema nervioso y puede ser beneficioso para el organismo, ya que el estrés es uno de los factores más importantes en algunos de los problemas que transcurren con dolor muscular".
Reglas para aplicar frío o calor en lesiones
Es importante usar tanto el frío como el calor de forma adecuada, ya que, de lo contrario, ambos pueden agravar las lesiones.
Para aplicar frío, se puede utilizar en forma húmeda con compresas o, seco, con una bolsa de hielo. Eso sí, antes de usarlo, hay que comprobar el estado de la piel. "Si decidimos utilizar frío seco, nunca se debe hacer directamente sobre la piel, y lo más adecuado es aplicarlo en periodos alternos de entre 15 y 20 minutos durante alrededor de dos horas", apunta el doctor Elgeadi.
Por su parte, el calor también se aplica mediante compresas, un baño o, en seco, con bolsas de agua caliente o sacos de semillas, y también se debe limitar el tiempo de uso. Nuestro doctor advierte que "está completamente contraindicado utilizar calor en cualquier herida que sangre durante las primeras 24 horas, ya que aumentaría el flujo sanguíneo y favorecería el sangrado". Esto también se debe tener en cuenta en prominencias óseas, que presentan menos sensibilidad, lo que puede ocasionar lesiones en la piel.
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