Cómo es el estudio del sueño para diagnosticar la apnea
Cuándo se deben realizar las pruebas para detectar el síndrome de la apnea y en qué consisten
Existen ciertas señales durante el descanso que nos pueden poner bajo la sospecha de padecer síndrome de apnea o hipoapnea del sueño, o SAHS. Pero, para confirmar su diagnóstico, lo más conveniente es realizar un estudio del sueño.
La apnea provoca pausas en la respiración durante el sueño, y esto puede acarrear graves consecuencias, ya que se asocia a un mayor riesgo de ictus cerebral y enfermedades coronarias. La doctora Lorena Comeche Casanova, jefa asociada en el servicio de Neumología del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid, nos detalla que "normalmente respiramos unas 12-15 veces por minuto, esto implica una respiración cada 4-5 segundos, por lo tanto, si duplicamos ese tiempo sin respirar, 10 segundos, tenemos una apnea".
Afortunadamente, el diagnóstico de la apnea es muy sencillo. Te enseñamos cómo se lleva a cabo mediante la polisomnografía y la poligrafía.
¿Sufres de apnea? Aquí tienes las 6 señales más comunes
Es importante prestar atención a los síntomas de la apnea y, ante la sospecha, acudir a la Unidad del Sueño donde, además de elaborar el historial clínico, se realizan las pruebas necesarias para confirmar o descartar la presencia de este trastorno.
Estos son los principales signos para detectar la apnea:
- Ronquidos. Ese molesto ruido durante el descanso es uno de los síntomas más característicos de la apnea del sueño. De hecho, si no se detecta la roncopatía, es poco probable que se confirme la presencia de la apnea. No obstante, nuestra doctora nos advierte que "la mayoría de roncadores no tienen síndrome de apneas-hipopneas del sueño. Por ello la presencia de roncopatía crónica como síntoma único no es suficiente".
- Comprobar las pausas respiratorias durante la noche. De esto no suele ser consciente la persona que padece las apneas, pero sí quienes conviven con ella, sobre todo su pareja.
- Ganas de dormir durante el día. La apnea hace que, al día siguiente, la persona se muestre somnolienta y cansada en exceso.
- Sueño insuficiente y no reparador. Esto se traduce en una sensación de no haber dormido suficiente.
- Dolor de cabeza al despertar. Además, lo habitual es que se alivie poco a poco con el paso de las horas.
- Otros síntomas menos conocidos. Con menos frecuencia, la apnea también puede provocar sequedad de la boca, cambios del humor, pérdida de concentración, impotencia y ganas de orinar en mitad del sueño.
Cómo se diagnostica la apnea
A través del estudio del sueño, que se puede llevar a cabo mediante pruebas como la polisomnografía o la poligrafía respiratoria. Nuestra doctora nos señala que "durante el estudio se registran una serie de señales a lo largo de todo el sueño, conectando varios sensores en diferentes zonas del cuerpo".
Estos son algunos de los datos que se recopilan:
- La respiración, que se mide a través de los sensores colocados en la nariz y la boca
- Los movimientos respiratorios, que se registran gracias a los sensores situados en la zona torácica y abdominal
- La oxigenación y la frecuencia cardiaca, que se miden con un pulsioxímetro
- El electrocardiograma
- El electroencefalograma
- Los movimientos de las piernas y de los ojos
- La posición del cuerpo
- Los ronquidos
Cabe que añadir que las pruebas del sueño no solamente ayudan a diagnosticar el síndrome de apnea-hipopnea del sueño, sino que también permiten determinar su gravedad, lo que facilita la aplicación de tratamientos o cirugías más adecuadas.
Pruebas para estudiar el descanso: polisomnografía y poligrafía
Existen dos pruebas para realizar el estudio del sueño, que son la polisomnografía y la poligrafía. La principal diferencia es que la primera debe hacerse en el centro hospitalario, mientras que la segunda se lleva a cabo en la casa del paciente.
Conoce los pros y los contras de cada una.
Polisomnografía en el centro hospitalario
Esta prueba se realiza en los laboratorios del sueño, que son zonas especialmente habilitadas para este estudio. Su ventaja es que permite colocar más sensores y, por tanto, se obtiene más información. Pero también puede conllevar el inconveniente de causar el "efecto laboratorio", tal como advierte nuestra doctora: "Obliga a dormir fuera de casa y es posible que este hecho genere lo que se llama ‘efecto laboratorio’, dando lugar a un sueño más superficial y menos representativo de lo que es el sueño real.
El día de la prueba es necesario desplazarse sobre las diez de la noche al centro hospitalario. Una vez allí, antes de iniciar el sueño, se colocan una serie de sensores en el cuerpo y la cabeza para que queden registradas todas las variables necesarias. A la mañana siguiente, se da el alta.
Además, esta prueba cuenta con la vigilancia de profesionales especializados, que vuelven a colocar los sensores si es necesario.
Por último, nuestra doctora nos apunta que "la polisomnografía hospitalaria se reserva para casos seleccionados o cuando la poligrafía respiratoria no ha sido concluyente".
Poligrafía respiratoria: la prueba del sueño en casa
Para este monitoreo del sueño no es necesario desplazarse al centro hospitalario ni dormir allí, sino que se proporciona un equipo portátil para utilizarlo en la vivienda del paciente.
Eso sí, no se pueden colocar los mismos sensores que en la prueba hospitalaria. Así lo explica nuestra doctora: "El número de sensores es inferior, por lo que algunas variables no se registran, pero, a cambio, al dormir en su propio domicilio, hay menos efecto laboratorio y es más representativa del sueño real habitual".
En comparación con la prueba hospitalaria, la poligrafía no puede registrar la actividad del cerebro mediante el electroencefalograma, por lo que no existe una certeza total de que la persona evaluada haya dormido. Sobre esto, nuestra doctora nos matiza que "si la poligrafía respiratoria sale negativa, es decir, no detecta apneas-hipopneas en cantidad suficiente para considerarlo definitivo, una alternativa es que sea debido a que no hemos tenido tiempo de sueño suficiente". En ese caso, y si existe una alta sospecha clínica de apnea, se puede aconsejar la realización de la polisomnografía en el hospital.
En definitiva, para confirmar la apnea, el estudio del sueño debe mostrar un índice de apnea-hipopnea por hora de sueño mayor de cinco, así como estar relacionado con los síntomas comunes a este trastorno del descanso.
Cuándo está indicado el estudio del sueño
Se aconseja evaluar el sueño sobre todo en personas con estas características:
- Tienen un sueño insuficiente
- Roncan de forma persistente y han detectado pausas en la respiración mientras duermen
- Presentan cansancio y somnolencia durante el día
- Experimentan un malestar en las piernas que mejora con el movimiento
- Duermen de forma inquieta con movimientos continuos
- Experimentan conductas raras durante el descanso, como, por ejemplo, gritar, caminar o hablar
¿Es adecuado para los niños?
Sí, el estudio del sueño también se puede realizar en edades pediátricas, puesto que los menores tienen los mismos trastornos del sueño que los adultos. Eso sí, los indicios de ello pueden variar, tal como destaca nuestra doctora: "Los trastornos del sueño infantiles pueden también manifestarse como irritabilidad diurna, déficit de concentración, bajo rendimiento escolar y retraso de crecimiento".
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