Los últimos avances en alergias alimentarias, por buen camino
Cómo se realiza la terapia de inducción y qué beneficios proporciona en los niños
La doctora Ana Pérez Montero, jefa del servicio de Alergología del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid, nos contesta a las preguntas más frecuentes que nos surgen sobre las alergias a los alimentos, que afectan a un porcentaje entre el 2 y el 10% de la población infantil. También nos detalla los últimos avances en inducción artificial de tolerancia de alimentos por vía oral, una técnica que trata de habituar al alérgico a tolerar el alimento que le produce reacción.
¿Se conocen las causas de las alergias alimentarias?
Lo cierto es que no se sabe por qué unos niños padecen alergia y otros no. Pueden empezar tolerando bien el alimento y en un momento dado el cuerpo lo rechaza, empieza a crear anticuerpos contra ese alimento hasta que ya no lo tolera más.
¿Cuáles son los alimentos que con mayor frecuencia producen alergia?
En la población infantil, lo más habitual es presentar alergia al huevo, la leche de vaca, el pescado, las leguminosas, frutas y frutos secos. Con mucha frecuencia, la alergia desaparece de manera espontánea con el tiempo, sobre todo a la leche y el huevo, pero tiene más tendencia a prevalecer en el caso del pescado, las leguminosas y los frutos secos.
¿Qué es la inducción artificial de tolerancia por vía oral?
Es una técnica que consiste en la administración de dosis mínimas progresivamente crecientes del alimento al que el paciente es alérgico hasta conseguir la tolerancia total o al menos la suficiente para evitar reacciones anafilácticas por ingesta accidental del dicho alimento.
Principalmente, esta inducción se realiza en niños mayores de 5 años que no han logrado tolerar el alimento de manera espontánea, como suele ocurrir en la mayoría de los casos.
¿Cómo se lleva a cabo esta terapia de inducción?
En torno a las 9 y 12 semanas de haber iniciado el tratamiento, los niños empiezan a tolerar el alimento. Se realiza en dos entornos: el hospitalario y el propio domicilio. En primer lugar, el paciente debe acudir al hospital para que el especialista le administre una pequeña cantidad del alimento al que es alérgico, para que después también lo tome a diario en su casa. A partir de entonces, el paciente acude al centro una vez a la semana para incrementar la dosis de alimento, hasta que se alcance la ración habitual que los niños suelen tomar: si es leche unos 200 mililitros al día y si es huevo, entre 2 y 3 huevos a la semana.
¿Qué porcentaje de eficacia tiene la inducción artificial?
Desde que se ha empezado a aplicar, hace unos 5 años, los resultados son alentadores. En líneas generales, se logra que entre el 80 y el 90% de los pacientes lleguen a tolerar el alimento al que son alérgicos. En concreto, en el Hospital Universitario Quirónsalud Madrid, hasta el momento el 100% de los casos tratados tanto en leche como en huevo han sido exitosos. De todas formas, en los casos en los que no se consiga una tolerancia completa se puede llegar a conseguir una tolerancia parcial, de forma que se puede hacer una vida normal sin la preocupación constante de observar los alimentos y las etiquetas, en las que a veces no vienen detallados los alimentos.
¿Qué ventajas supone esta técnica de inducción?
Hasta la aplicación de esta terapia, lo habitual era eliminar de la dieta el alimento que provocaba la alergia, educar al paciente y su entorno, ayudar a reconocer las reacciones alérgicas a los alimentos y a tratarlas adecuadamente. Pero evidentemente estas medidas condicionan la vida del alérgico, quien además sigue expuesto a una ingesta accidental, pudiendo sufrir desde reacciones leves como la urticaria, enrojecimiento ocular, tos, vómitos hasta otras más graves como asma o un cuadro de shock anafiláctico.
Por tanto, la principal ventaja de la inducción reside en que ofrece la posibilidad de llevar una vida normal sin el peligro de estar expuesto a reacciones imprevistas de gravedad variable.
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