Cómo afecta el exceso de ruido a nuestra salud
La exposición continua a niveles de ruido elevados puede producir graves lesiones auditivas y sordera
España es uno de los países más ruidosos del mundo. El tráfico, los aviones, las discotecas y bares musicales, la maquinaria de obra y construcción… son muchos los ruidos a los que estamos sometidos en nuestro día a día y muchas veces no somos conscientes de ello. Sin embargo, la exposición prolongada a niveles elevados de ruido puede ser perjudicial para nuestra salud y para nuestra calidad de vida.
Cuáles son niveles aceptables de ruido
Son muchos los expertos que advierten de la importancia de cuidar nuestra salud auditiva y conocer los efectos nocivos del ruido, ya que, a pesar de ser uno de los problemas ambientales más relevantes, muchas veces ignoramos el alcance de su gravedad. Desde el servicio de Otorrinolaringología del Hospital Universitari Dexeus nos indican que este desconocimiento se debe, entre otros motivos, a que la mayor parte del tiempo no somos conscientes del ruido que existe a nuestro alrededor.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), exponerse a más de 70 decibelios durante un periodo de tiempo prolongado puede producir daños graves en el oído con consecuencias que pueden llegar a ser irreversibles, por lo que recomienda a los ciudadanos no exponerse a ruidos de intensidad superior a los 65 decibelios. Sin embargo, nuestros especialistas nos avisan de que en las ciudades podemos estar expuestos a ambientes sonoros superiores como consecuencia de la contaminación acústica ambiental.
Consecuencias del ruido en nuestra salud
La exposición a la que nos vemos expuestos puede dañar las células sensoriales del oído interno y producir lesiones auditivas de diferente gravedad. Además, estar constantemente en un entorno ruidoso puede tener otras consecuencias como:
- Aumentar la sensación de estrés y de fatiga
- Producir alteraciones en el sueño, si los ruidos se originan durante la noche
- Causar dolor de cabeza y sensaciones desagradables como zumbidos o acúfenos (percepción de ruidos en la cabeza)
- Disminuir nuestro rendimiento y provocar falta de concentración
- Producir sensación de vértigo o náuseas
Aumento de los casos de sordera en jóvenes y adolescentes
A pesar de ser una afección que achacamos a la edad, hay estudios que evidencian que los problemas de sordera aparecen a edades cada vez más tempranas. La contaminación acústica es, sin duda, una de las principales causas del aumento de esta dolencia en jóvenes y adolescentes, pero no la única, puesto que el abuso y mal uso de las nuevas tecnologías también ha influido considerablemente en este problema.
Según nos indican nuestros expertos, continúa aumentando el número de jóvenes que acuden a consulta por problemas derivados de la incorrecta utilización de dispositivos electrónicos para escuchar música, por los altos niveles de decibelios en discotecas y bares, o los novedosos sistemas de sonido en las salas de cine, que causan lesiones irreversibles en el oído interno, y que pueden provocar problemas de audición mayores y más intensos en edades cada vez más prematuras.
Recomendaciones para cuidar nuestros oídos
Sigue una serie de pautas para el cuidado de la audición:
- Regular adecuadamente el volumen de los reproductores de música y aparatos electrónicos, especialmente si se utilizan auriculares.
- Ajustar a un nivel adecuado el volumen de televisores, radios y otros dispositivos electrónicos mientras los usamos.
- Limitar el tiempo de estancia en ambientes ruidosos o de actividades de ocio con niveles muy elevados de ruido como discotecas, conciertos, etc.
- Respetar las horas de descanso propias y ajenas, evitando ruidos durante esos periodos.