Los riesgos de la manicura permanente
Conoce cómo afectan determinadas técnicas a las uñas naturales
Hoy en día, lucir unas uñas atractivas no es tan complicado; en cuestión de unos minutos se puede cambiar su tamaño y su color. De hecho, existe una tendencia a realizar una manicura permanente tras otra, sin dejar que descansen las uñas. Lamentablemente, a menudo se desconocen los peligros a los que exponemos las uñas con el uso excesivo de esta técnica.
En recientes estudios se ha observado que usar con frecuencia esas pinturas específicas hace que la lámina ungueal, que está debajo de la uña, tienda a quebrarse con más facilidad. Así nos lo advierten desde el equipo médico de Dermatología Médico-Quirúrgica y Venereología del Hospital Quirónsalud Tenerife, que señalan que todavía no está claro si es la propia pintura o la acetona lo que provoca este efecto.
Para lo que no hay duda es que "si se utiliza de forma permanente este tipo de esmaltes se pueden enmascarar enfermedades de las uñas o signos de otras patologías sistémicas", nos resaltan nuestros especialistas. Esta zona de nuestras manos es muy relevante para diagnosticar problemas renales, hepáticos, endocrinos y en la piel.
Esta es una de las consecuencias que puede provocar el abuso de la manicura permanente. ¿Quieres saber sus otros posibles efectos? Te los explicamos a continuación.
Manicura permanente: qué es y sus tipos
Se trata de una técnica estética que consigue uñas más largas, con colores atractivos e incluso la posibilidad de tener una uña postiza donde falta la natural por un accidente. Para ello, se aplican determinados esmaltes, se siguen métodos, como el uso de lámparas LED, y existen varios tipos:
- Tradicional
- Gel
- Lino
- Seda
- Fibra de vidrio
- Acrílico, o porcelana
¿En qué consisten estas técnicas?
Antes de colocar las uñas postizas, se liman las uñas naturales y se utilizan desengrasantes. Nuestros especialistas en Dermatología y Venereología nos advierten que "si esto no se realiza de forma adecuada puede llegar a dañar la uña natural".
Además, nuestro equipo médico nos explica que "en ocasiones, y según el tamaño de la uña, puede ser necesario el uso de moldes o tips, que son uñas plásticas artificiales, cuya fijación requiere de un adhesivo, cionacrilato, que puede provocar una reacción alérgica". Por ejemplo, en las manicuras de seda, lino o fibra de vidrio, se suele emplear un tip, adhesivos y resinas que permiten la fijación.
Manicura permanente: ¿de gel o acrílica?
Ambos tipos de manicura permanente pueden dañar nuestras uñas.
Manicura de gel y sus riesgos
Las uñas postizas se suelen colocar con un pincel y, después, se utiliza la luz ultravioleta para endurecerlas. Esto provoca que "al secarse se encogen hasta en un 20 por ciento", nos advierten nuestros dermatólogos, quienes quien especifican las consecuencias de ello:
- Rotura
- Grietas
- Opresión
- Dolor agudo
Además, en ocasiones, este gel contiene una base acrílica o cianoacrilato, que también puede deteriorar las uñas.
Manicura acrílica y sus reacciones
Las uñas acrílicas se componen de varias sustancias como polímero en polvo de polimetilmetacrilato, que incluye peróxido de benzoilo; resorcinol; eugenol; timol o la hidroquinona.
Sus posibles riesgos son:
- Dermatitis alérgica por los acrilatos en las profesionales y usuarias
- Daños en los dedos con fisuras molestas
- Hinchazón alrededor de la uña
- Alteración del color de la uña
- Rotura
- Rinoconjuntivitis o asma
¿Cómo afecta la manicura permanente a las uñas?
- Empeora el aspecto de la uña natural. Existe el riesgo de que se vuelvan amarillentas o aparezcan fisuras o manchas blancas, granulomas de queratina, si abusamos de la manicura permanente y tampoco cuidamos ni mantenemos correctamente las uñas.
- Separación de la uña con la carne. Nuestros especialistas apuntan que "podemos provocar el despegamiento de la uña natural como consecuencia de la tracción sobre la postiza por mala colocación o desprendimiento u onicolisis".
- Alergias o dermatitis debidas al contacto con los productos. Únicamente por el contacto con determinados productos de los pintauñas, como el tolueno, parabenos, alcanfor, formaldehído, colofonia y níquel, se puede producir una afección alérgica en la piel y en las uñas.
- Eccemas en otras partes del cuerpo. Se calcula que alrededor del 6% de las mujeres sufre este tipo de reacción alérgica. Esta afección cutánea se manifiesta con picores y puede aparecer en párpados, cuello… Nuestros dermatólogos matizan que "este problema es aún más frecuente en el caso de esmaltes semipermanentes", añadiendo que se podría solucionar si se utilizaran esmaltes hipoalergénicos.
- ¡Ojo con las cutículas! Si nos recortan esta parte de la uña durante la manicura, nos arriesgamos a sufrir infecciones e inflamaciones alrededor de la uña, que puede provocar muchas molestias y un crecimiento inadecuado de la uña, tanto en forma como en grosor. Así que es aconsejable evitarlo.
- Infecciones, causadas por hongos o bacterias.
- Mayor debilidad y menor brillo en las uñas naturales.
- La manicura permanente oculta enfermedades que se manifiestan a través de las uñas.
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