Decálogo de la autoexploración mamaria adecuada
Es la mejor forma de prevención y detección precoz del cáncer de mama
Conocer nuestro cuerpo es muy importante. De la misma forma que observamos las pecas en la piel u otros cambios en el cuerpo, también es necesario prestar atención a nuestro pecho mediante la autoexploración mamaria. Esto consiste en palpar los senos para estar atentas ante cualquier signo sospechoso que deba ser valorado por un profesional.
Los especialistas de Enfermería del Instituto Oncológico IOB del Hospital Quirónsalud Barcelona nos indican que "realizar una detección precoz es muy importante y hacerlo en estados iniciales supone un alto índice de curación".
Es conveniente saber el momento adecuado, los pasos para hacerlo correctamente y los aspectos fundamentales a revisar. Con motivo del Día Mundial del Cáncer de Mama, queremos recuperar las explicaciones de nuestros especialistas.
A tener en cuenta antes de la exploración de las mamas
Este autoexamen mamario se recomienda una vez al mes, y ese día no debe coincidir con la menstruación, incluso es preferible que hayan pasado más de 48 horas desde que terminó el periodo. En caso de menopausia, se puede hacer cualquier día.
Además, es necesario saber qué aspectos tenemos que notar en la palpación de las mamas:
- Aspecto. Los senos han de verse parecidos, aunque uno puede ser un poco más pequeño que el otro.
- Movimiento de las mamas. Deben subir de la misma forma, conservar la silueta circular y no aparecer huecos ni anomalías en la forma.
- Piel. No debe ser rugosa o con pliegues sino lisa.
- Pezón y areola. No debe haber costras, enrojecimientos o hundimientos, ni tampoco flujos repentinos.
Conocer el pecho: pasos para la autoexploración
Te explicamos cómo aplicarla en casa, delante de un espejo, con estos 10 pasos que nos indican nuestros especialistas de Quirónsalud.
Cómo palpar las mamas de pie
- Brazos arriba. Subimos los brazos y, en esta posición, comprobamos que en los senos no haya hundimientos, abultamientos, pliegues, la conocida como "piel de naranja" por su rugosidad, etcétera. En definitiva, se trata de comprobar que no muestran irregularidades, y tampoco expulsan líquidos anómalos.
- Manos a la cintura. Bajamos los brazos y situamos una mano a cada lado de la cintura. Así, ejercemos presión en la parte de la cadera con las manos y, al mismo tiempo, metemos el pecho hacia dentro con ayuda de los hombros y los codos, realizando además una inclinación hacia el espejo. De esta forma se realzan los cambios en el contorno de las mamas.
- Tocar y presionar el pecho derecho. Levantamos el brazo derecho, colocamos los dedos de la mano izquierda en el seno del lado contrario, y lo vamos presionando ligeramente, realizando círculos en espirar como el sentido de las agujas del reloj, de dentro afuera. Atención a cualquier punto que genere molestias.
- La axila, también a examen. La zona a palpar es tanto el pecho como la parte que se dirige a la axila, debiendo incluir esta en la palpación. Situamos los dedos de la mano izquierda en la axila descubierta y realizamos círculos en ella para comprobar posibles masas o zonas blandas. También es fundamental estar atentas a bultos debajo de la piel o cambios de grosor.
- Presión en el pezón. Continuando con el brazo derecho levantado, con la mano izquierda presionamos ligeramente el pezón del seno derecho, de fuera a dentro, para comprobar que no aparecen líquidos ni sangrados.
Palpación de senos en la cama y en la ducha
- Posición acostada. Para no estar completamente tumbada, situamos una almohada o una toalla doblada debajo del hombro derecho. Seguidamente, echamos hacia atrás el brazo derecho, colocando la mano detrás de la cabeza, y el codo derecho permanece elevado.
- Movimientos circulares con las yemas. En esa posición, la mano izquierda presiona la mama derecha de forma suave, dibujando movimientos circulares en espiral sobre ella.
- Revisión de pecho a axila. Seguimos realizando estos movimientos con las yemas de los dedos alrededor de toda la mama, incluyendo la zona entre la mama y la axila, así como la propia axila.
- Repetimos los pasos con el pecho izquierdo. Para ello solo tenemos que invertir los brazos en cada uno de los pasos explicados previamente.
- En el baño… Cuando nos duchamos es un buen momento para aplicar los métodos de palpación, ya que el gel de ducha ayuda a localizar cualquier masa o irregularidad en pechos y axilas.
¿Cuándo acudir al especialista?
Si localizamos un bulto en un pecho, es recomendable comparar el tacto con el otro porque, si es igual en ambos, puede tratarse del propio tejido mamario. No obstante, es recomendable consultarlo con un especialista, especialmente si permanece después de la menstruación o si aparece después la menopausia. Además, es aconsejable programar las revisiones y mamografías a partir de una determinada edad que variará en función de los factores de riesgo de cada mujer. Si bien es cierto que, por norma general, a partir de los 50 años es imprescindible revisar la salud del pecho anualmente, existen casos en los que estos reconocimientos, con mamografía incluida, deben comenzar antes, por lo que será el especialista quien indique tanto el momento de comienzo como su periodicidad.
Por último, no hay que olvidar los beneficios de mantener un estilo de vida saludable. En opinión de nuestros especialistas, "es necesario concienciar a la población sobre el establecimiento del hábito, conductas y cuidados necesarios, y adaptarlos a la vida diaria".
En definitiva, se trata de dedicarte un tiempo para ti y cuidarte.
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