Primer baño del recién nacido: ¡que no cunda el pánico!
Consejos para bañar a un recién nacido aún con el cordón umbilical, y otros cuidados básicos para su aseo diario
¡Ojalá los bebés vinieran con un manual de instrucciones! Son tan pequeños y parecen tan frágiles que algo sencillo como darles un baño se convierte en un gran desafío. Aunque se intenten absorber todos los conocimientos sobre el cuidado básico del bebé, el momento del baño siempre suscita numerosas dudas.
Además, los recién nacidos a veces lloran en cuanto tocan el agua, lo que genera todavía más preocupación, confusión e incluso miedo en padres y madres primerizos. Afortunadamente, Laura Sánchez Soria, de la Consulta de Enfermería de Pediatría y sus Áreas Específicas del Hospital Quirónsalud San José, nos tranquiliza: "Es normal, todos los bebés lloran durante el aseo las primeras semanas de vida. A los padres les angustia mucho esta situación, pero recordad que es temporal, a partir del mes de vida, aproximadamente, cambia, llegando a convertirse en un momento de diversión con el paso de los meses".
Te contamos cómo bañar a los recién nacidos, así como otros cuidados básicos relacionados con su aseo diario.
Bañar a los bebés todos los días, ¿sí o no?
La clave es que se haga con regularidad, tal como indica nuestra enfermera: "Resulta igual de beneficioso para el bebé que el baño sea a diario, como cada dos días, lo importante es que sea regular, y así garanticemos su higiene corporal".
Eso sí, se recomienda un aseo más frecuente de zonas que tienden a ensuciarse más, que se encuentran expuestas al exterior o que se localizan en los pliegues donde se pueden acumular bacterias. En este sentido, Sánchez señala que "la zona del pañal, los pliegues de las axilas e ingles, las manos y la carita se deben limpiar tantas veces al día como sea necesario".
Reglas de seguridad durante el baño infantil
Hay que seguir unas medidas básicas para garantizar la seguridad del recién nacido mientras lo bañas, como:
- Evita llenar el fondo de la bañera con más de 15 centímetros; con 10 es suficiente.
- Comprueba que el agua está tibia. La temperatura adecuada del agua para bañar al bebé está entre 36 y 38ºC. Para comprobarlo, puedes utilizar un termómetro acuático o simplemente introduce tu mano o el codo para asegurar que no está demasiado caliente.
- Mantén una temperatura agradable en la habitación, entre 22 y 24ºC.
- Evita corrientes de aire en la habitación mientras das ese baño tan agradable a tu hijo.
- No apartes la vista del recién nacido en ningún momento. De ello nos advierte Sánchez: "El bebé nunca se puede dejar solo en la bañera".
- Utiliza un dispositivo de seguridad especial para la bañera. Nuestra especialista nos recuerda que, hoy día, existen dispositivos específicos para la bañera: "Desde dispositivos estilo hamaca para los recién nacidos, hasta dispositivos en forma de trona o silla para los niños a partir de los 7-8 meses de vida".
Cómo bañar a un recién nacido, paso a paso
Una vez que has añadido a la bañera agua templada, disfruta del momento del baño con tu bebé, siguiendo estos pasos:
- Aplica el jabón con suavidad, ayudándote con la mano o con una esponja.
- Usa jabón suave con pH neutro sin perfume, que además sea específico para bebés.
- Aclara el jabón con agua templada.
- Seca todo el cuerpo con cuidado.
- Comprueba las zonas de los pliegues, que también deben estar secas.
- Limpia los oídos después del baño. Para ello, pasa la toalla por la parte exterior de los oídos. No introduzcas bastoncillos que pueden chocar con el cerumen.
- Evita bañar al recién nacido demasiado tiempo durante las primeras semanas de vida, Basta con apenas unos minutos en estos primeros días, así evitarás que se quede frío.
Limpiar el cordón umbilical sin miedo
La higiene del cordón umbilical es uno de los cuidados básicos que despierta más temor y dudas en las madres primerizas. Según nos confirma la enfermera, "el cordón umbilical del bebé provoca en algunos padres rechazo, miedo, incluso asco, piensan que duele su manipulación porque el bebé llora, pero, tranquilos, su limpieza y cuidado no duelen".
Hay que advertir que el cordón umbilical suele caerse entre la primera y la segunda semana de vida y, hasta que eso ocurra, puedes bañar al recién nacido con normalidad. De hecho, es fundamental mantener limpio el cordón umbilical para evitar complicaciones o infecciones.
Durante el baño, puedes limpiar el cordón umbilical con agua y jabón. Después, tienes que secarlo muy bien, utilizando una gasa. De esta manera, conseguirás que esté limpio y seco.
Hidratar la piel
Probablemente, este momento después del baño sea uno de los más relajantes para el recién nacido y los padres. Para hidratar la piel del bebé, debes aplicar un aceite o loción hidratante especial para bebés, que no contenga perfumes ni parabenos. Según nos explica Sánchez: "La piel del recién nacido se seca y descama, ya que pasa de un medio húmedo (el interior del útero), a un medio seco (el exterior)".
Cuidar la higiene íntima de los bebés
Al igual que en los adultos, también hay que prestar atención al aseo de la zona de los genitales en recién nacidos y bebés. "Para proteger y cuidar la piel de los genitales, es fundamental mantener la zona limpia y seca", añade la enfermera.
Igualmente, es recomendable cambiar el pañal con frecuencia, y, si es posible, debes limpiar la zona usando una esponja con agua y jabón, y secarla con una tolla. En cuanto al uso de crema, responde: "Cuando la piel de esa zona está bien, no es necesario; pero, si se empieza a irritar, podemos usar una crema ‘pasta al agua’ que genera una película protectora".
Por otro lado, para limpiar la zona genital de las niñas recién nacidas siempre hay que hacerlo de delante hacia atrás, dejando en último lugar el ano. Esto evita la entrada de restos de deposiciones en la vagina. Además, nuestra enfermera nos aclara que también se debe quitar la secreción blanquecina, que puede aparecer al separar los labios de la vagina, con las siguientes limpiezas, para evitar infecciones urinarias.
Y, respecto al cuidado íntimo de los niños, las especialistas añaden que "no es necesario retraer el prepucio, ya que muchos tienen una fimosis fisiológica que, más adelante, se resolverá".
¿Es mejor limar o cortar las uñas?
Depende de si el bebé ha cumplido el mes o no. Según nos explica la enfermera, "las uñas del recién nacido son blandas y la punta, en ocasiones, se encuentra adherida a la piel". Por eso, durante el primer mes de vida, es conveniente limarlas en lugar de cortarlas. Para ello, se debe utilizar una lima de cartón que permite suavizar la punta de la uña y no causa heridas.
A partir del mes, se pueden cortar las uñas con una tijera de punta roma. "El corte debe ser recto, sin picos en las esquinas", matiza la enfermera.
Sin duda, la llegada del bebé a casa y sus primeros cuidados pueden resultar muy complicados al inicio, pero, con el tiempo, disfrutarás de este momento íntimo y relajante del baño.
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