Los beneficios de la vacuna para la alergia
Hoy en día se considera el único tratamiento disponible capaz de modificar el curso natural de la enfermedad alérgica
Ante el continuo aumento de la población alérgica, las vacunas se alzan cada vez más como la alternativa más eficaz para frenar estas reacciones. No olvidemos que, en la actualidad, un 25% de la población española es alérgica y que, según nos comenta la doctora Sofía López Usero, alergóloga del Hospital Quirónsalud Valencia, "esta cifra se ha visto duplicada en los últimos quince años, principalmente entre niños y jóvenes, y se prevé que siga ascendiendo hasta alcanzar la mitad de la ciudadanía en las próximas dos décadas".
Se estima que el 60% de los pacientes alérgicos pueden beneficiarse de las terapias de vacunación, siendo el especialista el que recomienda en qué casos es aplicable. El doctor Manuel Ramón Baca Cots, jefe de Pediatría del Hospital Quirónsalud Málaga, nos explica que "cuando las alergias son muy molestas en los niños y les hacen sufrir otras enfermedades asociadas, además de antihistamínicos es aconsejable hacer uso de las vacunas".
Estas vacunas ejercen una doble acción. Por un lado, ayudan a evitar los síntomas y por otro, a más largo plazo, pueden curar la enfermedad.
Hay que puntualizar que se prescriben para las alergias a sustancias ambientales inhaladas, que se respiran, y frente al veneno de avispas y abejas, por el riesgo evidente de picadura. Sin embargo, en el caso de dermatitis atópica, alergia a alimentos, medicamentos y dermatitis de contacto no se emplean, aunque algunas de ellas están en estudio y es probable que pronto haya inmunización para algunos alimentos.
Limitaciones de las vacunas
El especialista advierte que "en caso de que el niño sea alérgico a varias cosas, la tasa de éxito es inferior, porque el sistema inmunitario no cambia del mismo modo; sensibilizas para aquello que quieres, mediante la vacuna, pero como el cuerpo sigue reaccionando ante otros factores, el éxito es menor que si solo reacciona ante uno".
Por otro lado, la edad a la que se suelen suministrar las vacunas es a partir de 5 años, excepto en los casos que antes aparezcan síntomas muy evidentes.
¿Qué efecto hace la vacuna?
A principio apenas se notan los cambios, porque la cantidad de alérgeno inyectada es baja y aún no se han efectuado cambios en el sistema inmunitario, pero transcurridos dos o tres años se empiezan a percibir diferencias muy notables.
¿Tienen alguna contraindicación?
Se pueden administrar junto con antitérmicos, antibióticos o antiinflamatorios, sin problema. Solo están contraindicadas en casos de enfermedad grave o dermatitis atópica severa, asma grave o dolencias autoinmunes en tratamiento inmunodepresor.
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