Lifting de muslos para tonificar y ganar tersura
Esta cirugía elimina la flacidez de la piel y el exceso de grasa en las piernas
La modelación del contorno corporal es posible a través de la cirugía plástica. El aumento de glúteos, un abdomen más terso, la liposucción… a todas estas posibilidades de la medicina estética hay que añadir el lifting de muslos, técnica que nos ayuda a conseguir que nuestras piernas luzcan el aspecto que nos gustaría.
Esta cirugía es una opción para aquellas personas que desean unas piernas más atractivas y mejorar su contorno corporal. También son muy frecuentes los casos de pacientes que presentan un exceso de piel y sufren flacidez en la zona después de haber perdido mucho peso, y ahora necesitan recuperar su tonicidad.
Si estás interesado, te explicamos en qué consiste el lifting de muslos, cómo es el postoperatorio y más información sobre este tratamiento.
¿Qué es el lifting de muslos?
Esta intervención quirúrgica permite mejorar el aspecto de los muslos, eliminando el exceso de piel y grasa. Como resultado se consigue unas piernas más atractivas, con una piel más tersa y con una mayor tonicidad. Esto, a su vez, logra mejorar la silueta corporal.
La consulta previa es fundamental
Para ofrecer el procedimiento más adecuado a cada persona, es necesario acudir a una consulta previa. De esta forma, nuestros cirujanos pueden conocer la salud general, las características de la piel y del cuerpo, etc.
Con toda esa información se plantea el método que más se adapta al caso concreto del paciente y se proporcionan las instrucciones a seguir antes de la operación. Esta consulta inicial también permite resolver las dudas sobre la cirugía y conocer qué anestesia es la más adecuada.
Lifting de muslos: características generales
- Dura de dos a tres horas
- Se utiliza anestesia general o epidural más sedación
- Se aconseja de una a dos noches de hospitalización
- Se obtienen resultados duraderos
La cirugía del lifting de muslos, paso a paso
Si estás interesado en esta cirugía, te contamos cómo se desarrolla:
- Primero. Se practica la incisión en el paciente, que se puede realizar en el interior del muslo, próxima a la ingle, o en el pliegue de las nalgas.
- Segundo. Se extrae la piel que sobra y el exceso de grasa, con el objetivo de recuperar la firmeza de la zona y tratar su flacidez.
- Tercero. Se sutura la incisión.
- Último. Se coloca un vendaje en las piernas durante dos días para lograr una adecuada cicatrización y que la zona intervenida no sufra tensión.
Postoperatorio: efectos, contraindicaciones y resultados
Estas son las características generales del postoperatorio y los síntomas más habituales:
- Inflamación. La zona intervenida puede estar hinchada después de la operación, pero se rebaja poco a poco llegando a desaparecer en la tercera semana, aproximadamente.
- Reposo. Se recomienda descansar durante el primer y el segundo día tras la operación.
- Otros. Es posible estar más cansado o sufrir otras molestias los primeros días, pero se pueden aliviar con analgesia.
- Rutina. Se puede recuperar después de una semana. Eso sí, es recomendable no realizar tareas pesadas. También es posible volver al trabajo a partir de la segunda semana, aunque hay que tener en cuenta que no debe requerir grandes esfuerzos.
¿Existen contraindicaciones?
No son habituales en la mayoría de los casos, existiendo los mismos riesgos que pueden conllevar otras operaciones quirúrgicas. Lo más importante es limitar el ejercicio físico y vigilar las cicatrices durante los 14 días posteriores a la intervención.
Resultados duraderos
A partir del primer mes se observa un contorno corporal más atractivo y un mejor tacto de la piel y, lo que es más importante, de manera definitiva. Una vez más, cabe insistir en que para conseguir este efecto duradero es fundamental seguir una dieta saludable, así como cuidar la salud general de nuestro cuerpo.
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