Precauciones generales para el verano
Unas pautas para que las vacaciones transcurran sin problemas
Aunque todos los veranos oigamos y leamos casi los mismos consejos, a la vista de que siguen produciéndose deshidrataciones, ahogamientos, quemaduras y demás accidentes propios de la temporada, nunca está de más hacer un recordatorio de las precauciones que es bueno tomar durante la época estival.
El sol, bienvenido pero con precaución
Este año, más que nunca, estamos deseando pasar tiempo al aire libre y disfrutar de los rayos de sol. Pero no olvidemos que la exposición excesiva es perjudicial y que es necesario tomar una serie de medidas para evitar problemas que pueden ser leves, pero que en ocasiones incluso pueden provocar la aparición de cáncer de piel. Conviene recordar:
- Usar crema protectora con factor superior a 30, o a 50 para los niños. Es mejor aplicarla antes de exponerse al sol y también renovarla cuando nos bañemos.
- Evitar las horas de mayor incidencia de rayos solares, que son las centrales del día, en concreto entre las 12 y las 16h. Es el momento de refugiarse bajo la sombrilla o comer y prolongar la sobremesa a cubierto.
- Proteger los ojos con gafas adecuadas. También cabe insistir en que no se debe nunca mirar al sol directamente, y recordar que el sol daña los ojos incluso cuando están cerrados, por ejemplo tomando el sol, por lo que deben estar siempre resguardados.
La alimentación, una gran aliada
Ya sabemos que las vacaciones invitan a comer de forma más desordenada y a permitirnos ciertos caprichos que durante el año procuramos controlar. Pero debemos tener cuidado para que el verano no se convierta en subida de peso y sacrificio a la vuelta, y seguir cuidando la dieta para mantenernos en forma. Para conseguirlo basta con recurrir a la abundante y sabrosa fruta que nos ofrece esta época del año, y a los refrescantes platos veraniegos a base de ensaladas, sopas frías y verduras de temporada. ¡Y atención a los postres y helados que nos consentimos más de la cuenta! Piensa que descuidar ahora la alimentación, además de ser malo para tu salud, va a convertirse en un aumento de talla que luego habrá que bajar. Así que, tanto si comes en casa como si sales por ahí, trata de elegir platos con poca grasa, cocinados a la plancha, huye de las salsas… y ojo con el alcohol, que no solo es perjudicial por muchos motivos, sino que además engorda una barbaridad.
Por último, no olvides hidratarte bien, que es quizá uno de los puntos más importantes en verano, ya que la falta de líquido es la causa de muchos de las típicas complicaciones veraniegas y puede llegar a convertirse en un problema grave.
Ojo con los golpes de calor
Las altas temperaturas nos afectan a todos, provocando cansancio y en ocasiones mareo, dolores de cabeza y malestar general. Pero, además, en determinadas situaciones, el calor excesivo nos puede dar un susto y producirse el llamado golpe de calor, que consiste en una subida brusca de la temperatura corporal que puede llegar a ser muy grave.
Para evitarlo es imprescindible mantenerse debidamente hidratado, no realizar deporte en horario de máximo calor, refugiarse del sol cuando las temperaturas son altas y extremar las precauciones con los niños y los más mayores.
Conducción prudente
No hay que olvidar que para disfrutar de las vacaciones primero hay que llegar. Y volver.
Por una parte, debemos tener en cuenta las recomendaciones generales de cualquier viaje, como la revisión del vehículo, la postura durante la conducción o los descansos cada dos horas. Pero es que, además, debemos recordar que el calor afecta a la conducción reduciendo los reflejos y la capacidad de reacción, por lo que tendremos que ser doblemente precavidos.
No te olvides del deporte
Una de las claves para mantenernos sanos este verano es practicar algún deporte.
Ahora que pasamos más horas al aire libre y que los días son más largos, resulta más fácil aún dedicar tiempo a hacer ejercicio. Da igual si prefieres montar en bici o jugar al tenis, hacer senderismo o, ya que apetece darse un chapuzón, animarte con la natación. Lo importante es permanecer activos y no dejar que el calor nos aparque en la tumbona o el sofá.
Aprovecha las horas de menos calor como por la mañana prontito o al atardecer para salir a dar un largo paseo o, si te gusta, hacer running. Y no te olvides de que quedar con amigos no implica forzosamente ir al bar o al restaurante, también podéis echar un partido a vuestro deporte favorito o, cuando acudas a la cita, hazlo andando en vez de en coche.
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