La aterectomía rotacional para tratar lesiones coronarias
Esta técnica permite tratar pacientes complejos con buenos resultados a largo plazo
¿En qué consiste la aterectomía rotacional?
Se trata de un procedimiento que elimina las obstrucciones existentes en las arterias coronarias. Los doctores Juan Vicente Herrero Vilar y Eva Rumiz González, especialistas de la Unidad de Hemodinamia y Cardiología Intervencionista del Hospital Quirónsalud Valencia, nos detallan esta técnica: "El dispositivo llamado Rotablator está basado en una pequeña fresa u oliva impregnada en partículas de diamante que tiene una rotación de 160.000 revoluciones por minuto y es capaz de pulverizar la obstrucción respetando las estructuras normales de la arteria. Sin esta técnica es imposible en muchos casos el implante de un stent, ya que al tratarse de obstrucciones con alto contenido de calcio impiden su avance dentro de la propia arteria".
Ventajas del procedimiento
Para poder entender su utilidad debemos tener en cuenta que una de las mayores dificultades a las que se enfrentan los especialistas a la hora de colocar un stent reparador de una lesión coronaria son las zonas calcificadas, que dificultan la entrada del propio stent en la arteria. Partimos del hecho de que el 95% de los pacientes con obstrucciones arteriales son tratados mediante angioplastia coronaria e implante de stent. Sin embargo, entre ellos, se dan casos con un grado de calcificación de las obstrucciones tan alto que el acceso se hace realmente complicado. Y es precisamente en estas ocasiones cuando la aterectomía rotacional se hace más útil, e incluso necesaria, ya que el Rotablator pulveriza las placas calcificadas, dejando intactas el resto de zonas de la pared artificial, y dejando el camino libre para el paso del stent.
Aplicable a casos complejos y de riesgo
Aunque, como es natural, se puede aplicar siempre que sea necesario una desobstrucción, "este tipo de técnicas permite que cada vez podamos tratar pacientes más complejos, incluyendo individuos de mayor edad, con más factores de riesgo cardiovascular e, incluso, los que ya han sido sometidos a otras cirugías cardiacas, cuyas obstrucciones coronarias tienen años de evolución y, por tanto, el riesgo de una segunda intervención es muy alto", tal y como nos comenta la especialista.
Intervención y postoperatorio
El procedimiento se realiza a través del brazo, de forma mínimamente invasiva, por lo que el paciente sale de quirófano con posibilidad de deambular el mismo día de la intervención y puede ser dado de alta a las 24 horas. Por supuesto, el tiempo total de la estancia dependerá del motivo de ingreso, ya que esta intervención puede ser motivada por diferentes causas y partir de diversos estados iniciales del individuo en concreto.
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