Las amígdalas inflamadas son un problema muy común, sobre todo en los niños. Aunque en general suelen evolucionar de forma favorable con medicación, existen casos en los que se aconseja extirparlas.

Hemos acudido a la consulta del doctor Jesús María Pando Pinto, especialista en Otorrinolaringología del Hospital Quirónsalud ClidebaEste enlace se abrirá en una ventana nueva, para que nos aclare las dudas sobre esta dolencia tan asociada a la infancia, pero que en ocasiones aparece ya en la edad adulta.

¿Qué son las amígdalas?

Son una agrupación de tejido linfático situado a ambos lados de la garganta. Aunque parece claro que las amígdalas están relacionadas con el sistema inmune, lo cierto es que su función no está totalmente esclarecida y permanece aún en investigación.

Se cree que intervienen en el aprendizaje de la lucha frente a las infecciones en las etapas tempranas de la vida, si bien las propias amígdalas se pueden convertir en causa de enfermedad.

Cuándo es necesario operar las amígdalas

¿Qué es la amigdalitis y cómo se trata?

Es una infección o inflamación de las amígdalas, que puede presentar los siguientes síntomas:

  • Dolor de garganta sobre todo al tragar
  • Fiebre
  • Inflamación de ganglios en el cuello
  • Enrojecimiento e inflamación de las amígdalas o recubrimiento de las mismas por una capa blanquecina o amarillenta

Normalmente evoluciona favorablemente con tratamiento farmacológico. Las infecciones por virus se tratan para aliviar los síntomas y, en el caso de las bacterianas, se prescriben antibióticos.

¿Cuándo es necesario extirpar las amígdalas?

Cuando el tratamiento con medicamentos y otras medidas de soporte no resultan efectivas. Entonces se procede a la amigdalectomía o extirpación de las amígdalas.

¿En qué consiste la amigdalectomía?

Es un procedimiento quirúrgico en el que se extraen las amígdalas.

Antes de la operación de amígdalas hay que tener en cuenta una serie de cuestiones:

  • Que el paciente debe guardar ayuno 8 horas antes de la intervención.
  • Que se aplica anestesia general.
  • Que la duración es de 60 minutos, aproximadamente, aunque puede ser variable.
  • Que las amígdalas se extirpan sin realizar incisiones en la piel.
  • Que la herida cicatriza sola en 10-14 días.
  • Que no existen estudios que demuestren que la extirpación pueda influir de forma negativa en el sistema inmune.
  • Que el especialista indicará tratamiento analgésico para el dolor.

¿Qué riesgos tiene la amigdalectomía?

Desde el punto de vista anestésico, los mismos que cualquier operación realizada bajo anestesia general.

En cuanto a los riesgos específicos, puede haber sangrado del lecho amigdalar inmediato tras la intervención, o alrededor del séptimo día de la operación, coincidiendo con la caída de la costra que recubre la zona operada. Aunque en ocasiones esta complicación resulta inevitable, puede minimizarse siguiendo las indicaciones del especialista.

Otro inconveniente puede ser el dolor intenso de garganta que, en muchas ocasiones, se irradia a los oídos. Para aliviarlo, el médico podrá indicar un tratamiento analgésico.

Orientador de salud personal

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